El cereal, clave en las ayudas a jóvenes y modernización agraria en Castilla-La Mancha

Toledo, 21 de octubre de 2025.- “Los cereales continúan siendo uno de los pilares de la agricultura castellanomanchega”, tanto en la incorporación de jóvenes agricultores como en las líneas de modernización y digitalización apoyadas a través de los programas de desarrollo rural y las ayudas LEADER. Así lo ha explicado el director general de Agricultura y Ganadería, Jesús Fernández Clemente, en la inauguración de las XXXVII Jornadas Técnicas de la Asociación Española de Técnicos Cerealistas (AETC), que se celebran hoy y mañana en Toledo y a la que ha dado la bienvenida durante su inauguración.

En este foro, ha explicado que, en las convocatorias de ayudas a la instalación de jóvenes agricultores, el cereal aparece como orientación productiva principal o complementaria en la mayoría de las explotaciones. Así lo indica que entre 2016 y 2024, de los 5.385 jóvenes incorporados, “632 lo han hecho con una orientación productiva principal en cereal”, lo que representa en torno al 12 por ciento del total.

Por lo que respecta a las inversiones, las explotaciones cerealistas han sido también protagonistas en las líneas de modernización con un creciente interés por la digitalización de procesos y la recopilación de datos sobre producción y rendimiento. De forma que, en conjunto, tanto en el PDR como en el PEPAC se han dado ayudas por 14,5 millones a 1.415 expedientes que en total han movilizado una inversión de 31 millones de euros.

Todo ello, para apoyar un sector que es “un referente” por tradición, producción, por la importancia que tiene para la seguridad alimentaria y por su relevancia económica en el medio rural.

Experimentación e Investigación en Cereales

Jesús Fernández ha explicado que el Ejecutivo autonómico también viene apoyando al sector cerealístico a través del IRIAF que tiene dos grandes líneas de trabajo, la experimental y la de investigación que se desarrollan fundamentalmente en Albaladejito, en Cuenca, en el CIAPA de Guadalajara y en la provincia de Ciudad Real, tanto en El Chaparrillo como en el CLAMBER.

Respecto a la experimentación agraria, el director general ha explicado que el año pasado hubo más de 120 campos de ensayo con una superficie de 30 hectáreas en las que se realizaron ensayos de variedades de cereales, dosis y tipos de fertilizantes de sementera y cobertera, densidades de siembra, cultivos alternativos, técnicas de laboreo, rotaciones de cultivos, etc., con el fin de acercar al sector agrario castellanomanchego los avances, novedades y nuevas tecnologías disponibles para mejorar la rentabilidad y gestión de sus explotaciones agrarias.

Por lo que respecta a la investigación agraria, hay en marcha varios proyectos que abordan el efecto del laboreo y la rotación de cultivos sobre la biodiversidad y funcionalidad de agrosistemas cerealistas semiáridos y la fertilización en cereales. “Esto demuestra que los cereales son un pilar fundamental de nuestra agricultura y que estamos de la mano con las asociaciones cerealistas para, entre ellas y nosotros, dar a los agricultores la rentabilidad que necesitan en sus explotaciones”, ha dicho Fernández Clemente.

Para sacar adelante todos estos proyectos y ensayos, el IRIAF mantiene una intensa colaboración con una decena de instituciones entre las que están las universidades de Castilla-La Mancha y Alcalá; el CSIC; el ITAP; la Oficina Española de Variedades Vegetales, cooperativas y hasta más de 50 empresas relacionadas con el sector.

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