El Consorcio Provincial de Medio Ambiente de la Diputación de Albacete (Cpmaa) ha anunciado la construcción de una planta fotovoltaica de 941 kW en el Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos de Albacete (CTRU), situado en la carretera de Ayora. Esta iniciativa supondrá una inversión de 679.043,60 euros y un plazo máximo de ejecución de tres meses.
Según la información proporcionada por la Institución provincial, la actuación contará con una financiación íntegra del 100% a través de la Consejería de Desarrollo Sostenible, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que está respaldado por la Unión Europea-Next Generation EU. Este proyecto se enmarca dentro de un programa de incentivos para fomentar el autoconsumo y el uso de energías renovables.
La planta permitirá que el CTRU de Albacete alcance una autosuficiencia energética del 85% en sus necesidades, con el objetivo de llegar al 100%. Para ello, se instalarán 1.650 módulos solares fotovoltaicos en las cubiertas de las naves y edificios existentes. Además, se levantará una marquesina de 540 metros cuadrados que albergará otros 180 módulos y servirá como aparcamiento para el personal del centro. Esta marquesina contará con puntos de recarga gratuitos para vehículos eléctricos, promoviendo el uso de transporte limpio y el ahorro en desplazamientos.
José Antonio Gómez, diputado de Medio Ambiente y presidente del Consorcio, ha destacado la importancia de esta actuación, afirmando que no se trata solo de cifras ni de tecnología, sino de un cambio en el modelo energético que beneficia al servicio público, reduce emisiones y aporta ventajas directas a la ciudadanía. «Cada paso hacia la autosuficiencia es un paso hacia un futuro más sostenible», ha subrayado.
El CTRU de Albacete desempeña un papel esencial en la gestión de residuos, atendiendo a más de 400.000 personas de 87 municipios de la provincia, así como a la EATIM de Aguas Nuevas y 25 localidades del sur de Cuenca, cumpliendo con el Plan Regional de Residuos. Cada año, la planta procesa más de 165.000 toneladas de residuos domésticos y se encarga de la clasificación y separación de los envases procedentes del contenedor amarillo.
Gómez ha añadido que «la magnitud de este centro es enorme», y que cualquier mejora en su eficiencia y sostenibilidad repercute positivamente en el medio ambiente. Reducir un 85% el consumo energético también implica una disminución de la huella de carbono y una avanzadilla hacia la descarbonización de los servicios.