El Calvo Sotelo Puertollano se encuentra en plena preparación para el inicio de la liga, donde se enfrentará al Albacete B en el primer fin de semana de septiembre. Los jugadores, bajo la dirección de Javi Sánchez, han estado sumando minutos y generando buenas sensaciones, lo que ha contagiado a una afición expectante por una temporada que promete ser competitiva. La premisa de esta pretemporada ha sido enfrentarse a rivales exigentes, lo que ha generado opiniones encontradas entre quienes creen que este optimismo puede ser engañoso.
En los partidos de preparación, el equipo ha mostrado mejoras en su solidez defensiva y capacidad de construcción de juego, aunque la verdadera prueba se llevará a cabo una vez que comience la competencia oficial. Sánchez se muestra satisfecho con el rendimiento de su plantilla, pero la incertidumbre persiste, especialmente al dirigir su atención al césped del estadio Cerrú, que sigue siendo una preocupación constante debido a su estado. Se han programado dos amistosos esta semana, lo cual representa una excelente oportunidad para ajustar detalles antes del debut en liga.
El estado del césped del Cerrú es un problema que afecta no solo el rendimiento del equipo, sino también la experiencia de la afición. A pesar de que ha mejorado con respecto a la temporada pasada, sigue siendo insuficiente para el desarrollo del juego y podría infligir lesiones a los jugadores. La necesidad de una solución efectiva es urgente y fue reconocida por el entrenador, quien argumentó que las condiciones del campo impiden jugar al nivel deseado. Con la liga a la vuelta de la esquina, la expectativa es que se logren arreglos para asegurar un terreno de juego apto para la competición.
