En una noche tropical en Almagro, marcada por la temperatura de 32 grados, el consagrado actor Rafael Álvarez, conocido cariñosamente como ‘El Brujo’, recibió el merecido Premio Corral de Comedias en el marco del Festival de Teatro Clásico de la ciudad. El reconocido interprete, lejos de escudarse tras un micrófono y aprovechando la excepcional acústica del lugar, ofreció un emocionante discurso que capturó el espíritu de los espectadores.
Durante la entrega del premio, ‘El Brujo’ lanzó un poderoso llamado a reconocer la «ley del amor» como una fuerza capaz de superar la destructiva «ley de la destrucción». Citando a Gandhi, subrayó la importancia de la lucha desde el amor como medio para lograr una victoria contundente sobre forces negativas: «Si tienes que pelear, tienes que pelear. Tienes que librar la batalla. Pero si convences desde el amor, habrás obtenido la más contundente victoria sobre la destrucción».
El actor hizo hincapié en la necesidad de vivir con el conocimiento de que somos parta de algo más grande que nosotros mismos, señalando este entendimiento como el único camino hacia la paz, haciendo eco de las enseñanzas de Gandhi.
Valorando el teatro como una ciencia y una técnica que indaga y celebra la naturaleza de la vida, contrastó el papel del actor, diciendo que «el actor, lo baila», en diferencia a los trabajos de físicos y biólogos.
El galardonado también repasó momentos significativos de su trayectoria, desde el recuerdo de un «pollo» que montó en Almagro, hasta la relación con las figuras de autoridad, anécdotas de enseñanzas recibidas y de encuentros con personalidades de la escena y la política. Rescató, asimismo, memorias de la Royal Shakespeare Company y cómo estos se postraron para captar la magia de las tablas del Corral.
Hablando con humor, pero siempre mirando la seriedad de fondo, Rafael Álvarez toca varios tópicos, destacando la importancia de la libertad de expresión y cómo debe ser utilizada para expresar gratitud.
Finalmente, el actor enfatizó la terapia cultural que emana del arte y animó a sus colegas a explorar a los clásicos con el propósito de exprimirles todo su significado y hacer de la cultura «un instrumento terapéutico que irradie como el sol a toda la vida». Con estas palabras llenas de pasión y sabiduría, ‘El Brujo’ logró poner en pie al público del Corral, sellando con ovación el acto de reconocimiento a su trayectoria.
