El Bonillo, un pintoresco pueblo con una rica historia que se remonta a 1642, celebró una vez más su tradicional Romería en honor a la Virgen de Sotuélamos, un evento que cada año congrega a toda la comunidad en una muestra de devoción y tradición. La festividad, que tiene sus raíces en la antigua costumbre de solicitar lluvias a la venerada imagen, comenzó con la procesión de la Virgen a las 11:00 de la mañana del pasado sábado.
La imagen de la Virgen fue llevada desde la ermita, cruzando el río hasta la carretera, y posteriormente retornó a su santuario. Esta procesión, que se lleva a cabo cada año, es uno de los momentos más emotivos y participativos de la festividad, donde los vecinos y visitantes se unen en un acto de fe y tradición.
Tras la procesión, se celebró una solemne misa en el interior de la ermita, oficiada por el párroco de la Iglesia Parroquial Santa Catalina de El Bonillo, Juan Molina. La ceremonia contó con la participación especial del Coro de los Mayos de El Bonillo, que con sus cánticos añadió un toque de solemnidad y comunidad al evento.
La tarde estuvo dedicada a las actividades populares, como el tiro de reja y el estirasoga, que se realizaron en el parque de Sotuélamos, situado frente a la caseta municipal. Estas actividades no solo proporcionaron entretenimiento, sino que también fortalecieron los lazos comunitarios, con jóvenes y mayores participando por igual.
Además, como es tradicional, los vecinos de El Bonillo aprovecharon la ocasión para disfrutar de comidas camperas en los alrededores de la ermita, compartiendo platos típicos y celebrando en comunidad. Este día se ha convertido en una cita esencial para los habitantes del pueblo, reafirmando su identidad y su compromiso con las tradiciones que han sido transmitidas de generación en generación.
La Romería en honor a la Virgen de Sotuélamos no solo es un evento religioso, sino también una expresión de la cultura y el espíritu comunitario de El Bonillo, que cada año se renueva con el mismo fervor y participación de sus vecinos.
