Resumen
Quedan tres encuentros para que finalice la primera vuelta en Asobal y sin embargo, la sensación es que esta aventura comenzó para el Caserío hace apenas unas semanas. Todavía suena el eco del ascenso y permanecen las imágenes del equipo ofreciendo su paseo triunfal por una ciudad que volvió a soñar con los ojos abiertos.
Poco a poco, se van agotando las páginas de un calendario al que este año sólo le restan un puñado de días, como si fuese un aviso sobre la velocidad con la que pasa todo, sobre la necesidad de saborear todo despacio, pero sin olvidar que aquí no se espera a nadie.
De cierta manera, Ciudad Real está reaprendiendo a disfrutar del balonmano al más alto nivel, con lo que eso supone, con la obligación de rendir al doscientos por ciento para salir airoso del fin de semana, donde da igual el rival que quede enfrente, porque la exigencia siempre acaba siendo igual o mayor que la anterior.

















