El Gobierno de Castilla-La Mancha tiene previsto aprobar esta semana la declaración del Belén Viviente de Vega del Codorno como Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Bien Inmaterial. La noticia fue anunciada por la delegada provincial de la Junta, Marian López, durante una visita al municipio, en la que estuvo acompañada por el alcalde, Rodrigo Molina, para conocer los preparativos de la edición de este año 2024.
La celebración del Belén Viviente está programada para el próximo sábado 21 de diciembre en la emblemática Cueva del Nacimiento, donde ya se ha confirmado que todo está listo para el evento, según la información proporcionada por la Junta en una nota de prensa.
Marian López subrayó que la declaración de BIC es un reconocimiento del Gobierno regional al valor patrimonial de esta manifestación cultural, que ha contado con la participación activa del pueblo desde hace casi sesenta años. Esta tradición ha fomentado un importante sentimiento de pertenencia, convirtiéndose en un símbolo de identidad y un elemento de unión para los vecinos de la localidad.
La delegada provincial también expresó su reconocimiento a todos los vegueros y vegueras que han trabajado desde 1967 para mantener viva esta tradición, involucrando a diversas generaciones en la representación. Asimismo, destacó que el Belén Viviente de Vega del Codorno ha evolucionado hasta convertirse en un importante atractivo turístico, con un creciente reconocimiento más allá de la provincia de Cuenca.
Con la declaración de Bien de Interés Cultural, se busca promover, difundir y salvaguardar esta singular manifestación cultural. La representación del Belén Viviente se lleva a cabo desde 1967 en la tarde-noche del sábado anterior a la Nochebuena, en una cavidad natural que se encuentra en el escarpe del valle del río Cuervo. Este evento cuenta con la participación activa de vecinos de todas las edades, provenientes de los nueve barrios que conforman el municipio.
La representación comienza con una celebración eucarística que refleja el misterio de la Natividad en siete actos, de acuerdo con los textos evangélicos. Al finalizar la representación, es tradicional que el Ayuntamiento ofrezca a todos los asistentes patatas asadas y vino, una costumbre que refuerza la sensación de comunidad y celebración en esta esperada festividad.
