En una comparecencia en Toledo, Ángel Gavilán, el director general de Economía y Estadística del Banco de España, alertó sobre los efectos negativos que la creciente fragmentación comercial internacional podría tener sobre las exportaciones de Castilla-La Mancha. Tras su participación en un encuentro empresarial de la Cámara de Comercio, Gavilán destacó la importancia de fortalecer y expandir la favorable dinámica de competitividad exportadora de la comunidad autónoma ante un escenario internacional complejo.
«Cada vez se están observando unas dinámicas de fragmentación comercial a nivel internacional más intensas que pueden preocupar en términos de cuál puede ser el desarrollo futuro de la actividad económica internacional», advirtió el director del Banco de España. Sostuvo la singularidad de la economía de Castilla-La Mancha, resaltando la relevancia del sector agrícola, la industria agroalimentaria y cómo la inflación ha impactado en la comunidad autónoma. Señaló que la inflación ha sido “en torno a dos puntos porcentuales mayor en el acumulado del 2019-2023 que en otras comunidades”, impulsada en gran medida por la composición de las cestas de consumo locales, orientadas principalmente a alimentos y bienes energéticos.
Sobre la proyección económica de España, Gavilán comunicó perspectivas optimistas, con una estimación de crecimiento cercano al 0.5% para el segundo trimestre del año. No obstante, enfatizó la importancia de encarar desafíos cruciales que podrían influir en el crecimiento económico a largo plazo, abogando por el despliegue de reformas estructurales de envergadura.
Afirmó que la única manera de asegurar un crecimiento sostenible de la economía española es a través de un aumento en la productividad, que ha permanecido relativamente bajo comparado con países europeos similares. En ese sentido, mencionó la importancia del aumento en la inversión en capital tecnológico, innovación y educación. Precisamente, en lo que respecta a Castilla-La Mancha, Gavilán hizo hincapié en la necesidad de mejorar los resultados educativos de la región, que se ubican por debajo de promedios nacionales y comparativos internacionales.
Otra área de interés mencionada fue la calidad institucional, evidenciada por la estructura reguladora española, que según las quejas del sector empresarial, se vuelve cada vez más extensa y difícil de manejar, obstaculizando la actividad económica. Gavilán concluyó señalando que aunque es necesario trabajar en varios frentes específicos, lo fundamental es mantener una estrategia abarcativa y bien integrada.
