En una reciente jornada de baloncesto manchego, la comunidad deportiva se unió para rendir homenaje a Santiago Leal Molina, un influyente vicepresidente de la Federación de Baloncesto de Castilla-La Mancha (FBCLM), cuyo fallecimiento ha dejado un profundo vacío. La Primera Nacional Masculina celebró sus partidos con un aire de solemnidad, exceptuando el encuentro entre Bazu Azudense y Grupo 76, que fue suspendido en señal de duelo por la trágica pérdida. Este gesto no solo reflejó el respeto y cariño hacia Leal Molina, sino que también demostró la cohesión y el espíritu de comunidad que caracteriza al baloncesto en la región.
El homenaje a Santiago Leal Molina se sintió en cada rincón donde el baloncesto manchego es relevante, desde pequeñas canchas locales hasta los más amplios recintos deportivos. Jugadores, entrenadores y aficionados se sumaron a la conmemoración, compartiendo momentos de silencio, historias personales y demostraciones de apoyo a la familia del difunto. Esta jornada trascendió lo deportivo, convirtiéndose en un verdadero acto de unidad y solidaridad, subrayando cómo el deporte puede ser un vehículo para honrar la vida y legado de figuras destacadas de la comunidad.
La despedida de Santiago no sólo marcó un momento de pausa en la actividad deportiva, sino que también sirvió para reflexionar sobre el impacto de líderes como él en el desarrollo y fortalecimiento del baloncesto y del deporte en general. Mirando hacia el futuro, la federación y los clubes se enfrentan al desafío de seguir adelante, inspirados por su pasión y dedicación. Aunque su ausencia se sentirá profundamente, su legado perdurará, motivando a nuevas generaciones a vivir con la misma entrega y amor por el baloncesto que Santiago Leal Molina demostró a lo largo de su vida.
