La Danza Nos Une, La Inclusión Nos Mueve: Un Espectáculo de Inclusión en Ciudad Real
En un vibrante encuentro que celebra la integración y la diversidad, centenares de escolares del colegio Nuestra Señora del Prado Marianistas de Ciudad Real han disfrutado de un espectáculo único de danza inclusiva. Organizado por CLM Activa y la Fundación La Caixa, en colaboración con la Fundación Oretania Ciudad Real, este evento ha puesto de manifiesto la importancia de la inclusión en la sociedad, bajo el inspirador lema “La danza nos une, la inclusión nos mueve”.
La edición de este año se llevó a cabo en el marco del Día Internacional de las Personas Discapacitadas, que se celebra cada 3 de diciembre, sirviendo como una poderosa herramienta de concienciación. En el acto destacó la presencia de Aurora Galisteo, concejal de Servicios Sociales y presidenta del Patronato Municipal de Personas con Discapacidad, quien ha sido una ferviente defensora de iniciativas que promuevan una Ciudad Real inclusiva. Aurora Galisteo comentó: “Es una gran idea unir esta actividad de concienciación inclusiva en un colegio, porque en una ciudad inclusiva ganamos todos”.
El presidente de la Fundación Oretania Ciudad Real, Eloy Sánchez de la Nieta, también enfatizó la relevancia del proyecto ‘Bailando sin Límites’. “Este programa demuestra que no existen limitaciones cuando realmente se pone empeño en superarlas”, afirmó, resaltando el esfuerzo conjunto con diversas entidades, incluyendo Ciudad Accesible, para llevar a cabo esta iniciativa.
El espacio escogido para la presentación fue el pabellón deportivo del colegio Marianistas, un lugar que cobijó la energía y entusiasmo de los bailarines, cuya dedicación y entrenamiento de más de seis meses se hicieron palpables en cada movimiento coreográfico. La comunidad educativa, junto a varios representantes de asociaciones inclusivas de Ciudad Real y la concejal municipal Sara Martínez, asistieron al espectáculo, mostrando su apoyo a este noble propósito.
Eventos como éste no solo visibilizan el talento y esfuerzo de las personas con discapacidad, sino que también fomentan un entorno más inclusivo y comprensivo. Al romper barreras y estigmas, la danza se convierte en un lenguaje universal que nos une a todos más allá de nuestras diferencias.
Así, la actividad de baile inclusivo no solo deleitó a los presentes, sino que también dejó una huella significativa en la conciencia colectiva de los escolares, futuros ciudadanos de una sociedad que cada día avanza más hacia la inclusión total, confirmando que, efectivamente, la inclusión nos mueve.