El Ayuntamiento reafirma su voto a la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre

Ciudad Real Renovó el Voto a la Inmaculada Concepción: Una Tradición Resurgida

El pasado 8 de diciembre, Ciudad Real celebró con fervor una antigua y significativa tradición: el voto a la Inmaculada Concepción. Esta ceremonia, que fue rescatada en 2023 por la nueva corporación municipal para preservar las costumbres de la ciudad, se llevó a cabo en una solemne eucaristía presidida por el Obispo Gerardo Melgar. La misa contó con la presencia del alcalde Francisco Cañizares, junto a varios miembros de la corporación municipal, reflejando el compromiso con las tradiciones que han moldeado la identidad de la capital y sus gentes.

La celebración de la Inmaculada Concepción no solo es un evento religioso, sino también un recordatorio de las profundas raíces culturales de Ciudad Real. Cada 8 de diciembre, esta festividad es celebrada por la iglesia católica en honor a María, quien es la patrona de España. Ciudad Real, históricamente conocida por su ferviente defensa del dogma de la Inmaculada Concepción, ha retomado una tradición que se había interrumpido en 2015 después de ser mantenida durante 384 años consecutivos.

El regreso de esta costumbre refleja un esfuerzo consciente de la comunidad para mantener vivas las tradiciones que han sido parte integral de su desarrollo histórico. La ceremonia no solo subraya la importancia de las creencias religiosas en la vida cotidiana de los ciudadanos, sino que también promueve un sentido de unidad y continuidad cultural.

La participación de las autoridades locales, junto con una nutrida congregación de fieles, demostró el resurgido interés por estas raíces comunes. Este acto pone de manifiesto cómo las tradiciones, a pesar de las interrupciones en el tiempo, pueden ser revitalizadas y seguir desempeñando un papel crucial en la cohesión social y la identidad cultural de una comunidad.

En conclusión, la renovación del voto a la Inmaculada Concepción es más que un simple acto religioso; es un testimonio del compromiso de Ciudad Real con sus tradiciones, una celebración de su patrimonio religioso y cultural, y una muestra de la continuidad en el tiempo de las creencias y costumbres que unen a su gente.

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