El Ayuntamiento de Argamasilla de Calatrava puso en funcionamiento un parque de esparcimiento canino como nuevo servicio para que las mascotas cánidas puedan disfrutar de un espacio de ejercitación que, además, contribuye a estrechar los lazos de relación con sus propietarios.
Emplazado en una parcela adquirida por el Consistorio para este fin, junto a otra ya de propiedad municipal en la zona de los antiguos lavaderos y donde hay un merendero con sombra, cerca de la Cañada Real Soriana, el recinto tiene un vallado total en el perímetro y cuenta con doble puerta de acceso para garantizar la seguridad.
Gracias a sus 1.300 metros cuadrados de superficie total, su interior cuenta con espacio suficiente para hacer carrera libre o practicar otras habilidades físicas merced a un circuito con obstáculos variados, además de haberse reservado un arenero higienizado para hacer necesidades y dotado con bolsero, así como un bebedero de agua original.
“Éste es un lugar recreativo para los perros, que venía siendo muy demandada por la ciudadanía de Argamasilla de Calatrava”, explicaba la alcaldesa, Jacinta Monroy, quien destaca el emplazamiento “bastante cercano” con respecto al casco urbano, a apenas 700 metros del mismo por el denominado ‘Carril del naranjo’.
“Cuando paseo por aquí, siempre hay personas con sus animales, con sus mascotas, divirtiéndose en este parque y por eso esta inversión al algo dinámico, que incluso sirve para interrelacionarse más los dueños con el animal, suena a algo bastante divertido que, como vengo diciendo, es una mejora para nuestro pueblo”, apostilla la alcaldesa.
Monroy agradeció a la Diputación Provincial de Ciudad Real, institución de la que ya no forma parte por sus nuevas obligaciones profesionales, el haber posibilitado la inversión total para este nuevo equipamiento público con cargo al Plan Provincial para costear el grueso de la actuación.
Jesús Ruiz, responsable municipal de Medio Ambiente y primer teniente de Alcalde, concretaba que la inversión total procedente de los fondos provinciales han sido 15.000 euros, en tanto que previamente la inversión que había realizado el Ayuntamiento había ascendido a 5.000 euros para la adquisición del suelo.
El munícipe ponía de manifiesto que, con esta actuación, el equipo de Gobierno lleva adelante otro de los compromisos electorales para la presente legislatura, congratulándose de que “ya podemos decir que es una realidad y, aunque no está en el mismo casco urbano, que lo disfruten en este paraje tan espectacular”.
Ruiz Valle valoró el gran número de “atracciones para los animales” con que se ha dotado el recinto y recordaba que hasta el día 30 de septiembre el horario de acceso está permitido entre las ocho de la mañana y las dos de la madrugada, en tanto que del 1 de octubre al 31 de marzo será de 8,00 a 23,00 horas.
Normas de utilización
A la hora de hacer uso del parque canino, el Ayuntamiento estableció una serie de normas, entre ella que un mismo adulto solo puede acceder a la vez con un par de animales y que estos, en ningún caso, se encuentren en período de celo o tengan menos de seis meses de edad.
También se estableció el acceso solamente para cánidos que estén debidamente censados y cuenten con chip identificador, así como estar al corriente de la normativa vigente higiénico-sanitaria y, en el caso de animales potencialmente peligrosos, solo podrán pasar los legalmente así reconocidos y con bozal. Caso de que cualquier animal se mostrase agresivo, deberá ser sacado de forma inmediata al exterior para tranquilizarlo.
Sobre el área de seguridad para acceder, después de franquearse la puerta exterior deberá cerrarse esta con el cerrojo y, una vez hecho, ya se podrá abrir la puerta interior, donde ya sí estará permitido quitar la correa al perro y se podrá soltar. Estas normas, a la inversa, se deberán realizar al abandonar el parque.
Asimismo, todos los usuarios están obligados a recoger los excrementos de sus mascotas, algo para lo cual, como queda dicho, el Ayuntamiento dispuso un ‘pipican’ y papeleras dentro del recinto, al que también se podrán pasar otros elementos de juego y adiestramiento, como platillos, pelotas, etcétera.
Y los propietarios de los animales son los responsables legales ante cualquier tipo de daño ocasionado en estas instalaciones, en cuyo interior está prohibido comer, fumar o consumir bebidas alcohólicas, considerándose los incumplimientos de todas las normas como infracciones graves, pudiendo acarrear sanciones de 300 a 2.400 euros.