El Ayuntamiento de Porzuna ha solicitado a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que asuma la responsabilidad y gestione el comedor escolar de la localidad, subrayando que dicha prestación es competencia de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes. El consistorio envió una carta a finales de febrero a la Delegación Provincial de Educación de Ciudad Real para exponer la problemática, expresar su preocupación y pedir una solución de cara al próximo curso.
El alcalde de Porzuna, Carlos Jesús Villajos, señaló que el servicio del comedor escolar ha triplicado el número de usuarios en los últimos años, con crecientes exigencias sanitarias que han hecho que sea insostenible para el ayuntamiento. «Nuestra máxima preocupación es garantizar el bienestar de los niños y niñas», afirmó. Añadió que el ayuntamiento asumió la gestión del comedor hace 10 años, a través de un convenio con la Junta, para evitar su cierre en ese momento, y ha renovado este convenio anualmente desde 2014. Sin embargo, desde entonces, la demanda ha aumentado de 14 niños a una cifra que el ayuntamiento ya no puede soportar económicamente.
El servicio del comedor implica un gasto aproximado de 30.000 euros para el consistorio, que debe asumir unos tres euros por niño y cubrir los salarios y la seguridad social de dos personas responsables del cuidado de los niños durante los nueve meses en que el comedor opera. Además, se deben cubrir los costos de menaje, reparación de lavavajillas y la dedicación casi exclusiva de la educadora social a tareas administrativas relacionadas con el comedor.
Villajos explicó que el consistorio ya había informado sobre la situación a la Delegación de Educación y a la dirección del Colegio Público Nuestra Señora del Rosario, además de notificarlo al AMPA y al Consejo Escolar. La Junta de Gobierno Local decidió mantener el servicio, pero insiste en que debe ser gestionado por la Junta de Comunidades para garantizar el cumplimiento de los estándares sanitarios.
Actualmente, el menú se prepara en el Centro de Día y se transporta al centro escolar en contenedores térmicos, lo cual no siempre garantiza que la temperatura cumpla con los estándares legales. «No estamos poniendo en peligro el servicio de comedor escolar, de hecho, lo estamos defendiendo al exigir que sea ofrecido por quien corresponde para asegurar que se cumplan las condiciones sanitarias», afirmó Villajos. Además, subrayó que el consistorio tomará las medidas necesarias para que el servicio continúe funcionando si la Junta niega su petición.
El alcalde recordó que el ayuntamiento siempre ha colaborado con el colegio para abordar problemas o necesidades especiales y seguirá haciéndolo, pero insistió en que la Junta de Comunidades debe asumir su responsabilidad para ofrecer a las familias un servicio adecuado tras 10 años de gestión municipal.
