El Ayuntamiento de Guadalajara ha respondido a las acusaciones del Grupo Municipal Socialista (PSOE), que denuncia un supuesto ocultamiento del estado de la depuradora municipal. Según el consistorio, la visita solicitada por los socialistas fue debidamente atendida y programada. En una nota de prensa, el equipo de Gobierno, liderado por la alcaldesa Ana Guarinos, ha instado a los socialistas a adoptar un enfoque más «constructivo» y a abandonar lo que consideran una «política de la mentira y los bulos».
El enfrentamiento se desató cuando el PSOE aseguró que la alcaldesa había evadido autorizar la visita a las instalaciones de la depuradora. Sin embargo, desde el Ayuntamiento recalcan que la solicitud del grupo socialista, registrada el 13 de mayo, fue respondida en tiempo y forma el 18 de mayo, informando que se coordinaría una visita con la empresa concesionaria, Guadalagua.
El Ayuntamiento menciona que la visita fue formalmente programada para el 3 de julio a las 8:00 horas. A pesar de ello, el consistorio sostiene que el PSOE no respondió ni confirmó su asistencia, ni siquiera abriendo la notificación que se les envió. Esto, según el Ayuntamiento, indica que «difícilmente» podrían acudir a la visita si no revisan la documentación.
En su defensa de la gestión pública, el Ayuntamiento enfatiza su compromiso con la «total transparencia y colaboración» hacia todos los grupos políticos, asegurando que siempre atienden las solicitudes de información y visitas a sus instalaciones. Aseguran que es «sorprendente» que se les acuse de ocultismo cuando, en coincidencia con la fecha programada, el concejal de Servicios Municipales y los responsables de Guadalagua estaban presentes en la depuradora esperando la llegada del PSOE, que nunca se materializó.
Por último, el equipo de Gobierno califica de «falsas» las afirmaciones del PSOE y señala que estas parecen integrarse en una estrategia de confrontación y desinformación que ha caracterizado la oposición del partido desde el inicio del mandato. Apelan a la necesidad de «rigor y seriedad» en el discurso político, subrayando que «la mentira es fácilmente desmontable».