En medio de los preparativos para la temporada invernal, la administración municipal de Cuenca ha reforzado su capacidad de respuesta ante las posibles adversidades climatológicas que puedan presentarse durante los fríos meses. Con un plan de acción ya en curso, el Consistorio de la ciudad ha hecho pública su infraestructura y estrategia para combatir las condiciones de nieve y hielo que suelen afectar a la región.
Se ha anunciado que el ayuntamiento cuenta con un considerable número de recursos humanos y materiales dedicados exclusivamente a estas tareas. Unos 200 efectivos estarán disponibles para velar por la seguridad y la transitabilidad de las vías de la ciudad, una cifra que refleja el compromiso del Consistorio con el bienestar de sus ciudadanos y visitantes.
Para complementar el trabajo de estos equipos, el ayuntamiento dispone de una flota de aproximadamente 40 vehículos adaptados y equipados para las operaciones de invierno. Entre estos se incluyen máquinas quitanieves, esparcidoras de sal, y otros vehículos especializados que facilitarán la remoción de nieve y la prevención de formación de hielo en las calles y carreteras.
La logística también cuenta con una importante provisión de material antideslizante, asegurando que hay suficientes suministros para afrontar los desafíos de la temporada. En total, se han almacenado alrededor de 180 toneladas de sal, un elemento esencial para mantener las superficies transitables y disminuir el riesgo de accidentes relacionados con el hielo.
La puesta en marcha de estos recursos no solo se centra en la acción reactiva ante las nevadas y heladas, sino también en la prevención. Se realizarán esparcimientos de sal preventivos, limpieza de alcantarillado para evitar inundaciones por deshielo y se trabajará coordinadamente con los servicios de emergencia para asegurar una respuesta ágil y efectiva.
El ayuntamiento insta a la comunidad a mantenerse informada sobre las condiciones meteorológicas y a seguir las recomendaciones de las autoridades para garantizar su seguridad y la de los demás. La preparación de todos los involucrados es vital para minimizar los impactos negativos del invierno y asegurar que la ciudad pueda seguir funcionando con la máxima normalidad posible durante esta época del año.
















