Las autoridades australianas han confirmado que el ataque masivo a tiros en una playa de Sídney fue motivado por la ideología yihadista, tras encontrar banderas del Estado Islámico en el vehículo de los asaltantes, un padre de 50 años y su hijo de 24. En una reciente conferencia de prensa, el comisario de policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, proporcionó detalles sobre la investigación en curso, que incluye la inspección de un viaje que realizaron a Filipinas el mes pasado, presuntamente para recibir entrenamiento militar.
El ataque, que ocurrió durante una celebración por la festividad judía de Janucá, dejó un saldo trágico de 15 personas muertas y 26 heridas, de las cuales 12 se encuentran en estado crítico. Aunque el padre falleció durante el asalto, el hijo continúa hospitalizado bajo custodia de la policía. Esta situación ha desatado un intenso debate sobre la regulación de armas en Australia, especialmente luego de que se revelara que el padre había obtenido recientemente una licencia para poseer un arma.
El primer ministro Anthony Albanese ha calificado el ataque de «meticuloso, calculado y a sangre fría», señalando que es un reflejo de una ideología de odio que ha persistido durante más de una década. La comunidad sigue conmocionada y las autoridades piden espacio para que la investigación avanzara adecuadamente en medio de la tormenta de información y especulación.
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