El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, ha hecho un llamado al profesorado del Seminario Mayor y del Menor para que brinden una sólida formación en la doctrina de la Iglesia. El objetivo es asegurarse de que los sacerdotes que se gradúen de estas instituciones puedan enfrentar los desafíos del mundo moderno.
Estas palabras fueron expresadas durante la misa de apertura del curso académico en el Instituto Superior de Estudios Teológicos San Ildefonso y el Instituto de Ciencias Religiosas Santa María de Toledo. Esta ocasión marcó el inicio del Curso Pastoral 2023-2024, centrado en la vocación al sacerdocio y que coincide con el 50 aniversario de la carta pastoral «Un Seminario nuevo y libre» del cardenal don Marcelo González Martín.
El Arzobispo de Toledo presentó tres claves fundamentales para la formación de los sacerdotes en el seminario. En primer lugar, destacó la importancia de ser testigos de la misericordia divina. Asimismo, enfatizó la necesidad de formarse en los sentimientos del corazón de Cristo. Por último, mencionó la importancia de estar formados en la esencia misma de la Iglesia, para así tener el celo pastoral que caracterizaba a los grandes sacerdotes.
Cerro Chaves resaltó la centralidad de la Eucaristía, el perdón de los pecados, el pastoreo y la predicación de la palabra como pilares fundamentales de la labor sacerdotal. Para ello, subrayó la importancia de mantener un seminario con puertas abiertas al corazón del Señor, a la Iglesia y a todas las realidades de la vida, tal y como propugnaba el Concilio Vaticano II.
El arzobispo reconoció la valía del profesorado del Seminario de Toledo, recordando que incluso la Madre Teresa de Calcuta expresó su admiración por la «buena formación y el profundo amor a Jesucristo» de los sacerdotes formados en esta institución. Por tanto, instó a los profesores a ofrecer una formación sólida en la doctrina de la Iglesia, capaz de hacer frente a los desafíos de la época actual.
El arzobispo también se dirigió a los alumnos, exhortándolos a no buscar una formación paralela, ya que ello no beneficia a nadie. Remarcó que la Iglesia, a través del Arzobispo y los profesores, les está brindando una formación y que aquel que no cumpla con su deber será advertido y apartado.
En relación al segundo eje de su discurso, Cerro Chaves incidió en la importancia de formar a los sacerdotes en los sentimientos del corazón de Cristo desde el seminario, que es el lugar donde se preparan para el presbiterio. Hizo hincapié en que una Iglesia sin acompañamiento y unos sacerdotes no acompañados están en un claro peligro, al igual que un sacerdote que no ora. Es por ello que es fundamental contar con sacerdotes con los sentimientos del corazón de Cristo, preocupados por los más necesitados.
Finalmente, el arzobispo destacó la necesidad de que los sacerdotes vivan en comunión gozosa y alegre con la Iglesia, aunque reconoció los riesgos que pueden surgir cuando se vuelven demasiado queridos por las parroquias. Les recomendó mantener una amistad equilibrada con todos, sin llegar a ser demasiado amigos de nadie.
En conclusión, Cerro Chaves instó al profesorado y a los alumnos del Seminario de Toledo a priorizar una sólida formación en la doctrina de la Iglesia, así como a cultivar los sentimientos del corazón de Cristo y vivir en comunión con la Iglesia. Solo de esta manera podrán enfrentar los desafíos del mundo actual y convertirse en sacerdotes santos, tan necesarios en estos tiempos.
