El archivo de la Diputación de Cuenca ha registrado un notable interés en sus servicios durante el año pasado, atendiendo un total de 456 consultas. De estas, 285 han sido solicitadas por investigadores y ciudadanos en general, mientras que 171 provienen de diversas oficinas, departamentos o servicios de la propia institución provincial. Este archivo también ha recibido 371 consultas relacionadas con sus fondos documentales, además de 85 consultas presenciales vinculadas a la Biblioteca y la Hemeroteca.
Diego Yuste, diputado de Archivo, ha manifestado su satisfacción con estos datos, subrayando que este servicio, aunque «quizás es desconocido para muchas personas», desempeña un papel fundamental en el día a día de la Diputación de Cuenca, al tiempo que proporciona valiosa información a los investigadores. Yuste ha destacado la importancia de contar con un equipo de profesionales altamente capacitados en el archivo, quienes manejan con diligencia las solicitudes recibidas.
El diputado ha enfatizado que el Archivo no solo es un repositorio de documentación, sino también una fuente de conocimiento y una entidad encargada de custodiar la memoria escrita e historia de la provincia, al servicio de todos los ciudadanos. Esto incluye facilitar el derecho de acceso a la información pública y a la cultura. Entre los servicios que ofrece se encuentra la reproducción de documentos, que abarca desde la realización de copias escaneadas hasta la digitalización de unidades documentales, enviadas electrónicamente.
Yuste ha mencionado que el Archivo de la Diputación de Cuenca conserva documentos singulares, como los provenientes de la antigua Casa de Beneficencia, donde se registraban a los niños expósitos, es decir, recién nacidos abandonados o confiados al establecimiento para su cuidado. Con motivo de dar a conocer estos fondos documentales, se llevará a cabo en abril una exposición en el Palacio Provincial centrada en la temática de estos niños.
Marisa González, responsable del Archivo, ha detallado que los documentos más consultados son los Boletines Oficiales de la Provincia, que se conservan desde el año 1833, dado que «tienen la historia de la provincia», además de las actas de las decisiones de la Diputación de Cuenca.
El perfil de quienes utilizan este servicio es variado; incluye a investigadores universitarios que realizan trabajos académicos y a ciudadanos de la provincia interesados en conocer la historia de sus municipios. También hay liderazgos de integración socio-laboral, como el de Carlos Torres, quien trabaja en ADOCU y contribuye a estas labores desde su posición como ordenanza en el Archivo.