El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha explicado que tras cumplir las cuatro fases de desescalada, Castilla-La Mancha ha entrado en la nueva normalidad.
“Ahora es cuando se debe ser más responsable y cauto que nunca”, ha asegurado el consejero explicando que se deben respetar las medidas de distanciamiento social, el uso de mascarilla y extremar las medidas de higiene”.
Desde hoy, no sólo los niños “pueden volver a jugar en los parques infantiles, sino que además los mayores en residencias libres de COVID pueden comenzar a recibir visitas, dos a la semana de una hora de duración cada una”, afirmó Fernández Sanz.
Asimismo, entre las novedades de esta nueva etapa, el consejero ha destacado la apertura de terrazas de restaurantes y bares, ya sin aforo limitado, resaltando que “a ser posible, es mejor celebrar todas las actividades en el exterior de los establecimientos”.
Respecto a los datos que nos han traído hasta aquí, ha resaltado que en las últimas semanas el número de fallecidos por COVID ha disminuido, adelantando que en el día de ayer se han registrado dos fallecimientos, 1 en Ciudad Real y 1 en Albacete.
Fernández Sanz ha destacado que el índice de letalidad en España es del 11,5 por ciento, mientras que en Castilla-La Mancha es de 10,7.
Asimismo, destacó el consejero, no ha habido ingresos en UCI en los últimos días y que se realizan una media de 1.600 PCR diarias para una media de una veintena de casos.
Fernández Sanz ha destacado que a 18.722 profesionales de la Sanidad de Castilla-La Mancha ya se les han realizado pruebas, de los cuales 3.092 han resultado positivos
De esa cifra, 2.812 ya están curados y 280 permanecen aislados.
Respecto a la actividad asistencial, el titular de Sanidad ha avanzado que “poco a poco ya está volviendo a la normalidad, para garantizar una reversibilidad rápida en caso de rebrote”.
En este punto, Fernández Sanz ha destacado que “desde el 11 de mayo se produjo un cambio en la vigilancia epidemiológica, gracias a la cual el 97 por ciento de los casos confirmados en Castilla-La Mancha desde entonces ha sido diagnosticado precozmente y ésta es la gran diferencia respecto al inicio de la pandemia, ya que hasta entonces se diagnosticaba en los hospitales cuando las personas llegaban enfermas”.
Gracias al trabajo conjunto de la Atención Primaria y los servicios de Salud Pública, se han podido confirmar 1.503 casos, se ha procedido a identificar 11.190 casos y se está realizando seguimiento a 3.183 personas.
Para concluir, el consejero de Sanidad ha vuelto a solicitar una llamada a la responsabilidad y a la cautela a la sociedad de Castilla-La Mancha para no volver a atrás en todo lo conseguido”.