Ejercicio Anual de Simulacro de Terremoto en la Central Nuclear de Trillo Prueba la Respuesta ante un Potencial Desastre

La central nuclear de Trillo (Guadalajara) simula un accidente de consecuencias por terremoto en su ejercicio anual

Un escenario de accidente nuclear ha sido cuidadosamente planeado y llevado a cabo en la central nuclear de Trillo, en la provincia de Guadalajara, este jueves, como parte del ejercicio anual preceptivo para asegurar la preparación ante emergencias. El simulacro, supervisado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), hizo frente a una situación compleja que incluía las secuelas de un terremoto, un corte generalizado del suministro eléctrico y un incendio desatado.

El ejercicio de simulación, que es una medida obligatoria según el Plan de Emergencia Interior (PEI) de la central, sirvió para evaluar las respuestas ante una clase de percance que, en un evento real, hubiera sido clasificado con un nivel 4 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES), indicativo de consecuencias de carácter local.

La Organización de Respuesta ante Emergencias (ORE) del CSN participó activamente en el ejercicio, tanto desde su Sala de Emergencias (SALEM) como en coordinación con el Centro de Coordinación Operativa (CECOP) de Guadalajara, monitoreando la evolución del simulacro y la eficiencia de las medidas tomadas por el operador de la planta para restablecer las condiciones de seguridad.

Desde las 9:30 horas, la instalación nuclear siguió el guion planeado, iniciando el protocolo de prealerta de emergencia de categoría I tras un seísmo hipotético que condujo a la pérdida del suministro eléctrico y la parada automática del reactor nuclear. Un incendio en el depósito de gasoil, provocado por el hipotético temblor, así como daños simulados al combustible del reactor, añadieron complejidad al escenario.

Las medidas simuladas abarcaron el control de accesos, evacuación de ciertas áreas alrededor de Trillo, como también el confinamiento recomendado para garantizar la seguridad de la población en las zonas adyacentes. A pesar de la magnitud del evento ficticio, el reparto de profilaxis fue ensayado, aunque el consumo de pastillas iodadas no se llegó a recomendar ya que en el simulacro no se produjeron emisiones radiactivas significativas hacia el exterior.

Habiendo alcanzado la central el estado de Emergencia General, la categoría máxima dentro de su Plan de Emergencia Interior, el CSN activó el nivel 2 de su protocolo de emergencias, lo que conlleva una mayor movilización de personal especializado para responder frente a la crisis. La comunicación constante con las instituciones pertinentes, incluida la subdelegación del Gobierno en Guadalajara, fue parte esencial del ejercicio.

Este tipo de simulacros son esenciales para garantizar que tanto el personal de la planta nuclear como los organismos de seguridad y respuesta estén preparados para manejar eficazmente cualquier posible accidente nuclear, asegurando de esta manera la protección de las personas y el medio ambiente.

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