El Ejército de Estados Unidos anunció este miércoles la muerte de cuatro hombres en el Pacífico oriental, resultado de un ataque a una embarcación vinculada a la lucha contra el narcotráfico. Este incidente, parte de la operación Lanza del Sur, se suma a una serie de operaciones que, en total, han dejado cerca de cien muertos hasta la fecha. Según el Mando Sur, los fallecidos eran considerados “narcoterroristas” y el ataque se llevó a cabo sin que las fuerzas estadounidenses sufrieran bajas.
El bombardeo, que fue autorizado por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, se realizó en aguas internacionales donde la embarcación seguía una ruta identificada como de narcotráfico. Esta acción es parte de un esfuerzo más amplio para combatir las redes criminales que operan en la región, un tema que ha cobrado especial relevancia en los últimos meses dada la creciente violencia y la inquietud en torno a la seguridad en el Caribe y el Pacífico.
Este anuncio se produce en un contexto de tensión política, justo antes de un mensaje a la nación del presidente Donald Trump, enfatizando la creciente preocupación por los ataques a embarcaciones sospechosas de participar en el narcotráfico. Las cifras hablan por sí solas: los ataques recientes han dejado un saldo de al menos 99 víctimas fatales, lo que refleja la gravedad de la situación y la determinación del gobierno estadounidense de erradicar este fenómeno.
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