El Gobierno de Estados Unidos ha tomado la decisión de revocar el visado de Gustavo Petro, presidente de Colombia, tras su controvertida intervención en un evento en Nueva York. Durante la protesta contra la ofensiva israelí en Gaza, Petro instó a los soldados estadounidenses a desobedecer órdenes y a utilizar sus armas de manera responsable, proponiendo la creación de un «ejército de salvación» a favor del pueblo palestino. Esta inesperada declaración provocó la respuesta inmediata del Departamento de Estado, que calificó las palabras del mandatario colombiano como «imprudentes y provocadoras».
La situación se agrava conforme Petro sugiere la formación de una coalición internacional de fuerzas militares bajo el mecanismo de la ONU, conocido como «Uniting for Peace». A pesar de que solo Indonesia ha mostrado apoyo hasta ahora, el presidente colombiano asegura que se trataría de una iniciativa pionera para hacer valer la justicia internacional. La propuesta requiere el respaldo de dos tercios de los Estados miembros de la Asamblea General de la ONU para su implementación.
Tras la controversia, fuentes diplomáticas confirmaron que Petro ya se encuentra de regreso en Bogotá, sucesos que subrayan las tensiones en las relaciones entre Colombia y Estados Unidos. A medida que se desarrollan los eventos, queda la expectativa sobre el impacto de esta ruptura en la política exterior colombiana y su enfoque frente a conflictos globales.
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