EEUU advierte a Musk: podría restringir el acceso a sus satélites ante posibles violaciones normativas

En las actuales negociaciones entre Estados Unidos y Ucrania, el foco se ha colocado en la manera en que Ucrania retribuirá la ayuda militar recibida por parte de Washington tras la invasión. Informaciones recientes han destacado una posible movida por parte de Estados Unidos: el retiro del acceso a internet vía satélites de Starlink, propiedad de Elon Musk, que ha jugado un papel crucial en el mantenimiento de la conectividad ucraniana desde el inicio del conflicto.

La propuesta de cortar el servicio de Starlink emergió tras una solicitud inicial por parte del secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Beesent, quien exigió que Kiev entregase la mitad de sus reservas de tierras raras a Washington. El presidente Trump ha indicado que un acuerdo está «bastante cerca» de concretarse, resaltando la importancia y el deseo de ambas partes por sellar este acuerdo.

Esta serie de eventos surge en un momento donde la Administración Trump ha intensificado sus críticas hacia el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a quien Trump calificó de «dictador» por su negativa a convocar elecciones en medio de la ley marcial y la ocupación de territorio ucraniano por fuerzas rusas.

El apoyo a Ucrania por parte de Elon Musk y su empresa SpaceX, especialmente mediante la red Starlink, ha sido un elemento clave para garantizar la comunicación en las zonas más afectadas por el conflicto. Desde febrero de 2022, Starlink ha sido vital para que autoridades, servicios de emergencia y la población civil mantengan acceso a información crítica, evidenciando el papel indispensable de la tecnología satelital en situaciones de crisis.

Musk, quien ha enfatizado el carácter no bélico y humanitario de Starlink, se ha mostrado dispuesto a continuar financiando el gobierno de Ucrania a pesar de las pérdidas financieras, según declaraciones en Twitter. Sin embargo, ha advertido sobre la potencial retirada o limitación del servicio bajo ciertas circunstancias que desvíen el uso de la tecnología de sus fines originales.

Con Musk ahora al frente de DOGE, el departamento encargado de auditar el gasto del gobierno federal en la Administración Trump, su influencia y poder decisivo sobre el futuro de Starlink en Ucrania se perfilan como una pieza más en el complejo tablero de negociaciones entre Estados Unidos y Ucrania. Este desarrollo añade otra capa de complejidad a las ya tensas relaciones entre ambas naciones, poniendo de manifiesto el intrincado equilibrio entre la diplomacia, la tecnología y los intereses estratégicos en el contexto global actual.

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