El Departamento de Defensa de Estados Unidos informó que el jueves, dos cazas F-16 de Venezuela sobrevolaron el destructor USS Jason Dunham, que se encontraba en aguas internacionales del Caribe. Esta acción fue calificada por el Pentágono como una «maniobra provocativa», generando preocupaciones sobre su posible interferencia en las operaciones estadounidenses contra el narcotráfico.
Un portavoz del Pentágono consideró la maniobra como una «demostración de fuerza innecesaria y peligrosa», reafirmando el compromiso de la Marina de operar con «libertad y seguridad» en cualquier lugar del mundo, siempre que lo permita el derecho internacional. Este incidente ocurre en un clima de creciente tensión entre Washington y Caracas, especialmente tras un ataque reciente contra una embarcación vinculada a la organización criminal Tren de Aragua.
El USS Jason Dunham forma parte de una operación más amplia de seguridad marítima en el Caribe, donde Estados Unidos ha desplegado una flota significativa para intensificar sus esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico. La situación resalta las complicaciones geopolíticas en la región, donde las acciones militares se entrelazan con la lucha contra el crimen organizado.
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