El gobierno federal de Estados Unidos ha reanudado sus operaciones tras un cierre histórico de 43 días, el más largo en la historia del país. Esta reactivación se logró gracias a un acuerdo presupuestario temporal aprobado por el Congreso, que garantiza financiamiento hasta el 30 de enero. Sin embargo, para evitar una nueva interrupción en la actividad gubernamental, será esencial que los legisladores encuentren un consenso sobre el presupuesto a largo plazo antes de esa fecha.
El presidente Donald Trump firmó el acuerdo que restituye los salarios de alrededor de 670,000 empleados federales y asegura el pago de sueldos atrasados a los que continuaron trabajando durante el cierre. Además, se implementaron medidas para evitar que se repita la situación, destacando la financiación garantizada para el Departamento de Agricultura y su programa de asistencia nutricional, del cual dependen millones de estadounidenses.
La resolución del cierre ni siquiera logró cerrar completamente la brecha entre demócratas y republicanos, que, en medio de su lucha sobre el futuro de los subsidios de salud, dejaron claro que aún queda trabajo por hacer. Con la reapertura del Gobierno, se espera mejorar la situación del transporte aéreo, que había sido drásticamente afectada, así como brindar estabilidad a los ciudadanos que dependían de las ayudas alimentarias durante este periodo de incertidumbre.
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