El Departamento de Guerra de Estados Unidos lanzó un ataque este martes contra un buque que, según informes, estaba vinculado a una organización terrorista en el Pacífico Oriental. Este operativo dejó como resultado la muerte de dos presuntos narcotraficantes y forma parte de una campaña más amplia para combatir el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, que, como aseguró el secretario de Guerra, Peter Hegseth, busca «localizar y destruir» embarcaciones sospechosas que amenazan la seguridad de los ciudadanos.
Hegseth precisó que la operación tuvo lugar en aguas internacionales cercanas a Colombia y compartió un video del ataque a través de Truth Social. Este suceso suma más de 15 ataques letales desde que se desplegaron fuerzas del Comando Sur en la región, una medida que ha generado preocupación sobre las implicaciones humanitarias y de seguridad en América Latina.
Los recientes bombardeos se producen en un contexto donde el Pentágono se está preparando para posibles ataques adicionales, después de que el expresidente Donald Trump afirmara que el tráfico marítimo ha sido «controlado». La escalada de estos enfrentamientos pone de relieve el continuo desafío que representa el narcotráfico en la región y la postura decidida de Estados Unidos para erradicarlo.
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