En un giro inesperado en la política de inmigración y educación, Estados Unidos ha decidido endurecer las condiciones bajo las cuales los estudiantes chinos pueden acceder a visados para estudiar en el país. En una medida anunciada por el secretario de Estado, Marco Rubio, a partir de ahora, aquellos estudiantes de la República Popular de China y de Hong Kong con cualquier tipo de conexiones con el Partido Comunista Chino o que estén cursando estudios en áreas consideradas clave serán objeto de una revisión más exhaustiva, e incluso, podrían ver revocadas sus visas de estudio en territorio estadounidense.
El comunicado emitido destaca la iniciativa como un paso adelante en la política de «EEUU primero, no a China», resaltando la colaboración entre el Departamento de Estado y el de Seguridad Nacional para llevar a cabo la revocación de visados de forma agresiva. Además, la administración revisará los criterios de los visados para escrutar con mayor detalle las futuras solicitudes provenientes tanto de China como de Hong Kong.
Esta decisión se suma a la ya polémica orden del presidente Donald Trump que instruyó a las embajadas y consulados estadounidenses a congelar la programación de nuevas entrevistas para visados de estudiantes extranjeros, una medida que ha levantado críticas y preocupaciones en el ámbito educativo internacional.
El anuncio también contempla la exigencia de una verificación de las redes sociales para los solicitantes de estos visados, una política que ya se implementó en abril para ciertos solicitantes en un intento por frenar protestas propalestinas en universidades estadounidenses. La orden efectiva inmediatamente pone pausa a la programación de nuevas citas para visas de estudiantes o visitantes de intercambio hasta la emisión de nuevas directrices.
Este conjunto de medidas ha generado un ambiente de incertidumbre entre la comunidad internacional de estudiantes, con instituciones educativas de renombre, como la Universidad de Harvard, presentando demandas contra la administración Trump por su política de bloqueo a la matriculación de estudiantes internacionales. Los efectos de estas políticas en la diplomacia, la educación internacional y la imagen de Estados Unidos en el escenario global serán áreas a observar detenidamente en los próximos meses.
