La Administración de Donald Trump ha lanzado un nuevo paquete de sanciones dirigidas a los «narcosobrinos» de Nicolás Maduro, el presidente venezolano, con el objetivo de intensificar la presión sobre su régimen. Entre los sancionados se encuentran dos sobrinos de Cilia Flores, esposa de Maduro, y un empresario estrechamente vinculado con el gobierno. Las sanciones abarcan también seis compañías involucradas en el transporte de petróleo, un movimiento que se enmarca dentro de un contexto de creciente tensión entre Estados Unidos y Venezuela.
Marco Rubio, jefe de la diplomacia estadounidense, destacó en redes sociales que estas sanciones buscan responsabilizar a los involucrados en actividades ilegales que afectan tanto a los estadounidenses como a la estabilidad regional. Se señala a los sancionados como narcotraficantes que operan dentro del país y se menciona la intención de continuar ejerciendo presión sobre el régimen de Maduro, considerado por Washington como ilegítimo y opresor.
El Departamento del Tesoro también ha apuntado al sector petrolero venezolano, que, según ellos, financia el régimen de Maduro a través de empresas navieras registradas en paraísos fiscales. Estas acciones reflejan un esfuerzo por debilitar la red de corrupción y nepotismo que rodea al gobierno, mientras se busca responder al fenómeno del narcotráfico que, según se afirma, afecta a la ciudadanía estadounidense.
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