Hasta hace no demasiado tiempo, si se quería comprar algo, era necesario salir de casa para ir, por ejemplo, al supermercado o a la panadería y, una vez allí, pasar un buen rato seleccionando productos y esperando colas para pagar. Sin embargo, gracias al e-commerce, cada vez son menos las personas que optan por seguir repitiendo este proceso y más las que apuestan por adquirir lo que necesitan a través de su ordenador o smartphone y esperar cómodamente a que se lo lleven a casa.
Solo con hacer una reflexión de lo comentado en el párrafo anterior salta a la vista que la evolución del e-commerce ha supuesto un fuerte cambio en la forma en la que los usuarios compran y las empresas venden sus productos y servicios. La mayor conectividad marcada por la era digital y la mejor experiencia en las tiendas online, así como la incorporación de cada vez más efectivas medidas de seguridad en el pago, son aspectos clave para entenderlo.
Puede parecer sorprendente, pero lo cierto es que muchos consumidores ya no establecen diferencias entre los procesos de compra online y offline. Solo hace falta imaginar a uno que, una buena tarde, sale con sus amigos para mirar escaparates en una calle comercial y, cuando encuentra lo que le gusta, lo adquiere a través de su teléfono móvil en lugar de pagarlo en caja.
Lo mismo sucede con el sector de la automoción. Y es que cada vez son más los conductores que buscan comprar un coche a través de Internet. La oferta tanto de particulares como de grandes empresas es muy amplia y variada, lo que permite encontrar el modelo deseado cómodamente. A esto hay que añadir, además, que las compañías de tasación online gozan de un gran éxito en estos momentos.
Estas empresas brindan a los usuarios, incluso, la posibilidad de vender un coche averiado de forma prácticamente inmediata. De hecho, el conductor solo tienes que aportar unos cuantos datos relacionados con su vehículo para obtener, en un par de minutos, una tasación aproximada. En el momento de confirmar la operación, lo lleva a una taller homologado y se da el precio final. Esto hace que, gracias a este nuevo modelo de comercio, una operación que tradicionalmente ha requerido de un par de semanas pueda llevarse a cabo en solo dos o tres días.
Por su parte, el hecho de que el vehículo sufra una avería deja de ser un inconveniente para el propietario a la hora de deshacerse de él. Evidentemente, el precio no va a ser el mismo que si se encontrase en perfecto estado, pero tiene la posibilidad a su alcance de obtener una buena cantidad sin necesidad de acometer el gasto de la reparación.
En definitiva, el comercio electrónico ha cambiado radicalmente la forma en la que consumimos, algo que se ve especialmente reflejado en el sector del automóvil. Y es que, en estos momentos, realizar tasaciones online que den lugar a transacciones entre particulares o entre particulares y empresas es cada vez más rápido y sencillo.