Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF han expresado su preocupación respecto al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, afirmando que el espacio sigue «muy lejos» de cumplir con los estándares de conservación que exige la legislación española para parques nacionales. Las organizaciones ecologistas han solicitado de manera urgente una solución estructural frente al deterioro que enfrenta el parque.
A pesar de las recientes lluvias que han dejado el humedal con más de la mitad de su superficie inundada, las asociaciones advierten que el estado de conservación de los ecosistemas y la biodiversidad de la zona es «notoriamente desfavorable», mencionando que en algunos casos, especies han llegado a estar extintas. Las acciones temporales que se han propuesto hasta ahora no abordan las causas estructurales del deterioro, y se apartan del modelo de conservación que establece la ley para estos espacios naturales protegidos.
En este contexto, Ecologistas en Acción, SEO/BirdLife y WWF-España han decidido solicitar formalmente que el Consejo de la Red de Parques Nacionales analice la situación del parque en la reunión programada para este martes en Madrid. Las organizaciones presentarán una propuesta de medidas urgentes para hacer frente al declive del área y asegurar su viabilidad como parque nacional.
Según las organizaciones, la principal causa del deterioro del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel radica en la «grave sobreexplotación» del acuífero de la Mancha Occidental, que debería alimentar el humedal. Insisten en que, sin la implementación de medidas estructurales para recuperar el régimen hídrico natural, el parque está «condenado» a perder su integridad ecológica y su razón de ser.
Para abordar esta situación, hacen hincapié en la necesidad de reducir de manera sustancial tanto la superficie como el volumen de agua consumida en el regadío que rodea el parque, buscando facilitar la recuperación de los caudales ambientales del Alto Guadiana y los niveles freáticos del acuífero. Además, proponen la clausura sistemática de pozos ilegales y extracciones no autorizadas, a través de una colaboración entre la Confederación Hidrográfica del Guadiana y la Fiscalía General del Estado.
Las organizaciones ecologistas también rechazan las soluciones «artificiales y estructuralmente insostenibles», como dragados o trasvases, que contrarían la legislación sobre parques nacionales y perpetúan la antropización del sistema, en lugar de abordar las raíces del problema ambiental. Abogan por implementar cambios ambiciosos y estructurales en la política agrícola y del agua en la región del Alto Guadiana, considerándolos «imprescindibles» antes de considerar el uso de más fondos públicos en un posible Marco de Actuaciones Prioritarias para la recuperación del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel.