Miembros de Ecologistas en Acción de Castilla-La Mancha se reunieron con la Consejería de Desarrollo Sostenible, representada por el Consejero D. José Luis Escudero. Hubo una reunión con el fin de tener un primer acercamiento de cara al tratamientode distintos aspectos relevantes de gestión y política medioambiental del gobierno regional.
La reunión a dos bandas tuvo lugar de manera telemática en prevención de la pandemia COVID-19. Es laprimera celebrada durante la presente legislatura. Ecologistas en Acción valoró de forma positiva este primer acercamiento en donde hubo oportunidad de tomar el pulso de la gestión medioambiental del gobierno regional.
A su vez, la Consejería trasladó a la federación castellano-manchega de Ecologistas en Acción las líneas maestras de la política de gestión medioambiental.
En la entrevista se trataron diferentes aspectos relacionados al medioambiente, como son la Ley de Vías Pecuarias, la Ley SUMA y el desarrollo urbanístico, así como la gestión de la caza, la finalización de la actividad cinegética en el parque nacional de Cabañeros, la calidad del aire y la
elaboración de un Plan regional de mejora de la calidad del aire o los
impactos sobre los recursos hídricos de la región derivados de la
proliferación de regadíos. Ecologistas en Acción teme que, ante la
crisis económica en la que se encuentra nuestro país en general y la
región en particular, el gobierno regional quiera agilizar trámites de
control medioambiental para dar cabida y manga ancha a todo tipo de
proyectos, lo cual redundaría en una pérdida de biodiversidad, de
recursos naturales y paisajísticos sin precedentes en nuestra historia
reciente.
Si bien Ecologistas en Acción valoró positivamente este primer punto de encuentro y el hecho de que la Consejería de Desarrollo Sostenible se haya comprometido a mantener distintas reuniones periódicas de trabajo para tratar específicamente los asuntos de interés a partir del mes de enero, también quiere mostrar su preocupación por lo que
considera un rumbo hasta ahora desacertado, errático y vacilante en lo
que, desde nuestra perspectiva, correspondería a su función principal,
esto es, a una gestión adecuada de nuestro medio natural, especialmente
en lo relativo a la gestión de la caza y a la evaluación del impacto
ambiental de proyectos de todo tipo, como las fotovoltaicas, las
macrogranjas, los regadíos o las industrias de diversa índole.