Anoche, Prime Video emitió la primera gala de Operación Triunfo 2025, un evento cargado de emoción y grandes expectativas. Aunque los números musicales se enfrentaron a algunos fallos de sonido que sembraron el desconcierto, los dieciséis concursantes ofrecieron un despliegue artístico digno de mención, dejando claro que esta edición promete ser una de las más memorables.
Sin embargo, la gala no solo estuvo marcada por el talento, sino también por la tensión que acompaña a las nominaciones, un momento que, como es habitual, provocó un nudo en el estómago tanto en los participantes como en el público. La primera en recibir la crítica del jurado fue Claudia, quien, a pesar de intentar brillar con su interpretación de «Carita triste», se vio relegada a la cuerda floja. Cris Regatero, implacable, mencionó que “no es tan fácil como parece” y reconoció que la concursante había tenido dificultades a nivel vocal durante la semana. La presión evidentemente pesó sobre ella, quien tuvo que enfrentar el riesgo de abandonar la Academia.
Judit, compañera de Claudia, no tuvo mejor suerte. Abraham Mateo señaló su falta de comodidad en el escenario mientras interpretaba la misma canción, tachando su actuación de «incómoda» y pidiendo mejoras en su afinación. La joven, visiblemente afectada, dejó escapar algunas lágrimas, un espectáculo que, aunque doloroso, subrayaba la intensidad del concurso y el vínculo emocional de los concursantes con su arte.
El jurado no se detuvo ahí. Leire Martínez se dirigió a Iván Rojo, sugiriendo también su posible expulsión por una desconexión evidente con su interpretación. La exvocalista de La Oreja de Van Gogh recordó momentos similares en el pasado, creando un aura de incertidumbre en torno al futuro del joven vallisoletano.
Finalmente, Max, conocido por su carisma, se enfrentó a su propio desafío. A pesar de un debut anterior que había sido calificado de «magnético y seductor», la presión del escenario pareció jugarle una mala pasada, dejándolo en una zona de angustia palpable que no pasó desapercibida para el jurado.
Después de la evaluación del panel, llegó el momento decisivo donde Noemí Galera, en un intento por acortar la tensión, anunció que Judit quedaba a salvo. Max, gracias al apoyo de sus compañeros, también logró mantenerse en la competencia. Esto dejó a Claudia e Iván Rojo como los primeros nominados. Chenoa, con voz comprensiva, intentó aliviar el llanto de los concursantes, refiriéndose a lo duro que puede ser el inicio en Operación Triunfo.
Así comenzó esta emocionante edición, un ciclo que promete estar lleno de sorpresas, pero también de duras decisiones para los aspirantes que buscan su lugar en el mundo de la música. La gala sentó las bases para lo que será un viaje intenso, reflejando la dificultad de cumplir con las altas expectativas en cada actuación. La primera noche se cerró con la esperanza de que cada concursante logre superar los obstáculos y brille en la trayectoria que les espera.
