Un dron ucraniano impactó la noche del sábado contra un rascacielos en Grozni, la capital de Chechenia, un suceso que ha desatado especulaciones y preocupaciones en un contexto de tensiones bélicas cada vez más amplias en la región. El ataque se dirigió específicamente a un centro de negocios en la avenida de Kadírov, donde se encuentran sedes del Consejo de Seguridad checheno y de la Comisión Electoral. A pesar de la gravedad del incidente, las autoridades locales no han emitido ninguna declaración oficial hasta el momento.
Este ataque es solo una parte de una serie más amplia de hostilidades entre Ucrania y Rusia, donde se reportan otras agresiones, incluidas acciones contra refinerías de petróleo y puertos en la región de Krasnodar. En reacción, el Ministerio de Defensa ruso informó que sus defensas antiaéreas interrumpieron 41 drones ucranianos en diversas regiones, incluidas múltiples incursiones en Crimea, lo que añade otra capa de tensión a la situación.
La escalada de ataques ha tenido repercusiones en los vuelos aéreos, llevando a la suspensión temporal de operaciones en nueve aeropuertos en Rusia, incluidos Grozni y otras ciudades del suroeste. La guerra de drones, que ha cobrado mayor protagonismo en el conflicto, sigue mostrando que la lucha no conoce fronteras, con ataques que alcanzan distancias significativas y que afectan tanto a las infraestructuras como a la tranquilidad de la población civil.
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