Cada año se elaboran en el Hospital de Ciudad Real una media de 150.000 menús completos siguiendo rigurosamente las fichas técnicas y las pautas de la dietista. Para mejorar la trazabilidad del producto hasta que se sirve elaborado al paciente y garantizar que la calidad es máxima, el servicio de Hostería del área de Ciudad Real viene realizando continuas mejoras, la última es la adquisición de seis terminales y 12 carros de distribución en los que se sirven los menús que son dispensados a los pacientes durante el periodo de ingreso.
Para su puesta en marcha, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha invertido casi 300.000 euros que redundarán en una mejora del valor añadido, calidad nutricional y sabor del plato elaborado.
“Entendemos la alimentación de los pacientes como una parte integral del tratamiento hospitalario y el consumo de una dieta equilibrada es crucial para ayudar a su recuperación”, ha explicado la jefa de sección de Hostelería, Pilar Domínguez.
La alimentación hospitalaria tiene como objetivo ayudar al personal sanitario a que el paciente se encuentre bien lo antes posible, por ello es necesario proporcionarle alimentos de buena calidad que hayan sido preparados y cocinados cuidadosamente para retener al máximo el valor nutritivo y presentados al paciente de forma apetitosa, ha añadido.
El nuevo equipamiento permite que estos menús lleguen en las condiciones óptimas a los pacientes y que su distribución por las distintas plantas de hospitalización se realice en condiciones de seguridad manteniendo la trazabilidad idónea.
Aunque en un principio pueda parecer algo sencillo, ha explicado Domínguez, la gestión correcta de una cocina hospitalaria conlleva un engranaje, donde la colaboración debe ser unilateral por parte de todos los implicados. Y es que no sólo se trata de “elaborar comida” sino que el proceso debe cumplir unos requisitos mínimos que garanticen un producto seguro en todas sus fases, dado que la población objeto de la misma es de alto riesgo, como en el caso de pacientes oncológicos, politraumatismos, trasplantados, pediátricos, entre otros.
La satisfacción de las necesidades y expectativas de los pacientes se consideran un indicador fundamental de la calidad de la asistencia proporcionada, entendida como una medida de eficacia, confort, pertinencia y control del funcionamiento del sistema sanitario. Los hospitales están enfocados en la mejora de cuidados y atención al paciente ingresado; por ello, la alimentación que el hospital presta está reconocida como un indicador importante de esta satisfacción, ha añadido la responsable del servicio.
Un servicio de calidad certificada
A través de numerosos estudios, se ha comprobado la enorme relación existente entre la correcta alimentación en pacientes ingresados y la mejoría del estado de los mismos dentro de las diferentes patologías. Se comprueba además que para los pacientes, sobre todo de larga estancia, las comidas se convierten en un momento que les permite durante un rato abstraerse, entrando en juego su capacidad de valoración sobre el gusto o la presentación, entre otras características, ha explicado Pilar Domínguez.
Bajo esta perspectiva, la Gerencia de Ciudad Real decidió obtener una acreditación que diese valor añadido al proceso, garantizando la búsqueda de objetivos de mejora en los aspectos de la calidad del servicio. En 2017 se logra certificar en la norma ISO 9001:2015 el servicio de alimentación de pacientes y 2018 el servicio de Hostelería de Ciudad Real fue galardonado en los Premios de Excelencia y Calidad en la prestación de servicios públicos por la implantación del sistema de calidad en cocina y alimentación del paciente.