La Policía Nacional, en el marco de la ‘Operación Corral’, ha detenido en Guadalajara a dos hombres, padre e hijo, que formaban parte de un grupo organizado especializado en el hurto de catalizadores.
Tras una larga investigación, los agentes policiales lograron identificar a los presuntos autores, dos varones que eran padre e hijo y formaban parte de un clan familiar que utilizaba el mismo ‘modus operandi’ en todos sus robos. Ambos contaban con antecedentes policiales por hechos de similares características.
Además, la Policía Nacional les imputa un delito de falsedad documental, ya que para desplazarse hasta el lugar donde cometían los robos adquirían vehículos haciéndose pasar por otra persona, consiguiendo de esta forma dificultar las gestiones de investigación de la policía.
Previamente a su arresto, fueron identificados por funcionarios de esta Comisaría Provincial en una de las zonas más castigadas por este tipo de hechos, portando numerosos efectos y herramientas dedicadas al hurto de catalizadores, siendo todos estos efectos intervenidos.
La operación finalizó con éxito, pudiendo determinar su plena participación en otros ocho robos denunciados a lo largo del pasado mes de diciembre, por lo que fueron detenidos, ha informado la Policía Nacional en un comunicado.
La Policía ha recordado que el robo de catalizadores es una práctica muy extendida en todo el territorio nacional y de gran interés para las bandas organizadas, debido a que este tipo de recambios adquieren un elevado valor en el mercado negro.
Instalado en el sistema de combustión de los vehículos tanto diésel como gasolina, la función del catalizador es transformar químicamente los gases que emiten los motores para minimizar la contaminación ambiental.
Esta pieza está construida con metales preciosos que son extraídos y vendidos en el mercado negro, por lo que su sustracción causa un importante perjuicio económico a las víctimas.
Para impedir o dificultar su robo, se recomienda no estacionar el vehículo en lugares apartados o poco iluminados y a ser posible, en aparcamientos cerrados.
Se puede grabar el número de bastidor o la matrícula en el mismo, pintarlo para que este no pueda ser revendido, o instalar una placa protectora cubriéndolo.
La colaboración ciudadana ha sido fundamental para lograr la detención de este grupo criminal.