En un emotivo acto celebrado este miércoles en el salón de plenos del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha en Albacete, se otorgó la Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort a dos letrados destacados por su larga trayectoria en la Administración de Justicia. Los galardonados son María del Carmen García y José Pedro Rubio, que ejercen en las Secciones Primera y Segunda de lo Contencioso-Administrativo del tribunal.
El secretario de Gobierno de Castilla-La Mancha, Francisco Antonio Bellón Molina, hizo llegar su felicitación a los condecorados a través de una misiva, destacando que esta nominación era «muy merecida» en reconocimiento a su «compromiso e implicación por sus labores públicas».
En el acto, la presidenta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, Raquel Iranzo, ensalzó la trayectoria de José Pedro Rubio, quien ha dedicado 33 años a la función pública. Iranzo hizo hincapié en su inicio en el Cuerpo de Secretarios Judiciales en 1990, recordando los momentos de gran carga de trabajo que enfrentaron en el tribunal durante las décadas pasadas. «Ha sido acreedor de un especial reconocimiento profesional y personal por todos los que hemos trabajado con él gracias a su consideración, respeto y competencia», subrayó Iranzo.
Por su parte, Lorenzo Luna, Secretario de la Sala de Gobierno del Tribunal, resaltó la carrera de María del Carmen García, quien comenzó en el Cuerpo de Secretarios Judiciales en 1985. «El próximo 27 de mayo cumplirá cuarenta años, más de media vida, al servicio de la Administración de Justicia. Desde que la conocí, doña Carmen siempre ha ejercido sus funciones con entrega y profesionalidad», afirmó Luna, elogiando su dedicación a lo largo de los años.
García, conmovida por el reconocimiento, expresó su agradecimiento por la medalla, afirmando que «después de tanto tiempo es importante para nosotros. No ha sido una trayectoria sencilla, he trabajado en diversos órganos judiciales». También compartió su experiencia en otros lugares de la Justicia antes de establecerse en Albacete, señalando que este homenaje representa el «colofón de mi carrera» y que comparte este momento con su colega.
Rubio, por su parte, destacó su satisfacción por el homenaje, subrayando que ambos han procurado realizar su trabajo «con amor y de la mejor manera». «Es agradable ver que los que te rodean te reconozcan y te doten de esa sensación de haber hecho un servicio público a la ciudadanía, que es al final de lo que se trata», añadió el letrado.
La Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort, establecida por decreto en 1944, es una distinción civil que premia el mérito de los profesionales del derecho, tanto en sus diversas áreas como en la Administración de Justicia y en el propio Ministerio de Justicia.