El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha expresado su preocupación acerca de una hipotética ley de amnistía que se estaría considerando como moneda de cambio para asegurar el apoyo en una investidura de Pedro Sánchez. Según García-Page, esta medida llevaría a España a enfrentar «desigualdades» cuyo costo sería pagado por las próximas generaciones. Ante esta situación, el presidente ha pedido que no se frivolice con este tema.
Durante su participación en el acto institucional por el Día de la Mujer Rural, García-Page ha subrayado que existe confusión respecto a lo que implica esta propuesta de amnistía, ya que algunos la plantean como una amnistía para toda España. Sin embargo, él ha dejado claro que la igualdad de los españoles no debe lograrse a expensas de la unidad del país, sino precisamente defendiendo esa unidad.
En un momento delicado y grave como el actual, el presidente ha insistido en que si alguien piensa que la amnistía no es un asunto grave debido a que las facturas de hoy no se asumirán de inmediato, todo aquello que dificulte la convivencia y la unidad en España tendrá consecuencias generacionales. García-Page ha enfatizado su posición como presidente de Castilla-La Mancha al afirmar que, al reclamar que los ciudadanos de su región puedan opinar al mismo nivel, está cumpliendo con su responsabilidad.
Aunque no se sabe qué ocurrirá finalmente en España, el presidente de Castilla-La Mancha es consciente de la importancia de asegurar la participación de todos los ciudadanos en las decisiones que afectan a su tierra. Es fundamental que se respete la unidad del país y se trabaje en pro de la convivencia, evitando medidas que puedan ocasionar desigualdades y conflictos aún más graves en el futuro.
