Las focas son animales marinos que habitan en diferentes partes del mundo. Su distribución está determinada en gran medida por las condiciones del océano y la disponibilidad de alimento. A lo largo de los años, se han adaptado a vivir tanto en aguas polares como en regiones más cálidas y tropicales.
En las regiones árticas, como el Ártico y el Antártico, es donde se encuentran las focas de hielo. Estas focas son conocidas por su pelaje blanco y sus grandes ojos oscuros. Pasan la mayor parte de su tiempo en el hielo marino, donde cazan peces y otras presas.
Por otro lado, las focas monje o mediterráneas habitan en las aguas del Mar Mediterráneo y del Atlántico oriental. Estas focas se encuentran en peligro de extinción debido a la caza excesiva y la destrucción de su hábitat. Se caracterizan por su pelaje grisáceo y manchas oscuras en el torso.
En las aguas más cálidas del mundo, como el Golfo de México y el Mar del Caribe, se encuentran las focas caribeñas. Estas focas son las más pequeñas de todas y viven en áreas costeras donde se alimentan de peces y crustáceos. A menudo se pueden encontrar descansando en playas y bancos de arena.
Algunas especies de focas también se encuentran en el hemisferio sur, como la foca leopardo que vive en las costas de la Península Antártica y las Islas Malvinas. Estas focas tienen manchas oscuras en su pelaje, lo que les ayuda a camuflarse en su entorno rocoso.
En resumen, las focas viven en diferentes partes del mundo, desde regiones árticas hasta aguas tropicales y polares. Su distribución geográfica está determinada por las condiciones del océano y la disponibilidad de alimento. Proteger su hábitat y regular la caza es fundamental para garantizar su supervivencia.