En un inesperado gesto de cortesía política, Donald Trump, el expresidente de los Estados Unidos y actual candidato republicano, reveló haber recibido una llamada de su contrincante demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris. La comunicación tuvo lugar este martes, en la que Harris expresó su preocupación por el bienestar de Trump tras ser objeto de un segundo intento de asesinato el domingo pasado. Este hecho marca un momento de solidaridad bipartidista en el tenso clima político estadounidense, especialmente significativo dado el contexto electoral y las críticas mutuas entre ambos políticos.
Durante un evento en Míchigan, moderado por la gobernadora republicana de Arkansas, Huckabee Sanders, Trump compartió los detalles de la llamada, describiéndola como «muy amable». A pesar de que la mención de Harris generó abucheos entre el público presente, Trump enfatizó en la amabilidad de su gesto. Este comentario contrasta fuertemente con declaraciones previas de Trump, quien había acusado a Harris de promover “mentiras” y “retórica comunista” que contribuyeron a su ataque.
El republicano sugirió asimismo que naciones extranjeras podrían estar detrás del intento contra su vida, enojadas por sus políticas arancelarias prometidas. «Luego se preguntan por qué me disparan. Solo los presidentes importantes reciben disparos», declaró Trump, en un comentario que puede interpretarse tanto en clave de humor como de seriedad.
Previamente, Kamala Harris había hecho pública su decisión de contactar a Trump, destacando en una reunión con la Asociación de Periodistas Afroamericanos que «no hay lugar para la violencia política» en el país. La vicepresidenta señaló, asimismo, la importancia del Servicio Secreto y criticó a los republicanos por poner en peligro la seguridad de los migrantes mediante la difusión de falsedades.
Esta inusual cadena de eventos comenzó con la detención de un hombre armado cerca de un campo de golf en Florida, donde Trump se encontraba, lo que marcó el segundo intento de asesinato contra el expresidente en la actual campaña electoral.
Además, el presidente Joe Biden también manifestó su preocupación por el incidente, llamando a Trump el lunes y luego reiterando su apoyo al fortalecimiento del Servicio Secreto. Este conjunto de reacciones pone de manifiesto la tensión y la polarización existente en el panorama político de Estados Unidos, al tiempo que destaca momentos de unidad frente a amenazas comunes.
