En un esfuerzo por modernizar el sistema de pagos del gobierno federal, el presidente Donald J. Trump ha firmado un decreto ejecutivo que busca eliminar los cheques de papel y fomentar el uso de métodos electrónicos más rápidos y seguros. Este cambio, que entrará en vigor a partir del 30 de septiembre de 2025, marca un hito en la transformación de cómo el gobierno estadounidense maneja sus transacciones financieras.
El nuevo enfoque implica que todas las agencias y departamentos ejecutivos deben adoptar métodos de transferencia de fondos electrónicos (EFT) que incluyen depósitos directos, pagos con tarjetas de débito y crédito, así como billeteras digitales y transferencias en tiempo real. Además, se requiere que los pagos realizados al gobierno federal, como multas y tasas, se procesen electrónicamente cuando sea posible.
Con esta modernización, el Departamento del Tesoro empezará a eliminar los servicios de casillas físicas y a acelerar la recolección electrónica de ingresos federales. Para asegurar que esta transición sea fluida, se implementará una amplia campaña de sensibilización pública, destinada a informar a los beneficiarios sobre las nuevas opciones electrónicas y proporcionarles guía sobre cómo configurar sus pagos digitales.
Sin embargo, el decreto contempla ciertas excepciones para aquellos que no tengan acceso a servicios bancarios o pagos electrónicos, así como para pagos de emergencia y actividades de la ley en situaciones especiales. Es importante señalar que este decreto no establece una moneda digital del banco central.
Uno de los objetivos clave de esta iniciativa es combatir el fraude financiero y los pagos indebidos en el gobierno. Según la administración, los pagos en papel, como cheques y giros postales, están rodeados de costos innecesarios y riesgos de fraude. Desde 2020, ha aumentado significativamente el número de quejas relacionadas con el robo por correo, y el Tesoro ha informado que los cheques son 16 veces más propensos a ser reportados como perdidos o robados en comparación con una transferencia electrónica.
El coste de mantener la infraestructura física necesaria para procesar y digitalizar registros en papel ha superado los 657 millones de dólares para el año fiscal 2024, lo que subraya la necesidad de esta transición hacia un sistema más eficiente y menos vulnerable a fraudes. En 2022, los bancos emitieron alrededor de 680,000 informes de fraude relacionado con cheques, un incremento casi del doble en comparación con el año anterior.
Con esta reforma, el presidente Trump reitera su compromiso de que el gobierno se adapte a la revolución tecnológica actual, llevando los servicios públicos hacia un futuro más eficiente y seguro para todos los ciudadanos. Esta modernización de los métodos de pago promete no solo mejorar la eficiencia del gobierno, sino también la seguridad financiera de los estadounidenses.
Fuente: WhiteHouse.gov