En un movimiento que marca un cambio significativo en la política ambiental, el presidente Donald J. Trump firmó un Memorando Presidencial revocando la iniciativa de la administración anterior destinada a la protección de los ecosistemas acuáticos en la cuenca del río Columbia. Este memorando cuestiona la prioridad otorgada a la preocupación por el cambio climático en relación con los intereses energéticos del país.
El memorando despoja a la administración Biden de su política denominada “Restauración de Poblaciones Saludables y Abundantes de Salmones, Trucha de Mar y Otras Especies Nativas en la Cuenca del Río Columbia”. Mediante esta acción, Trump señala que el enfoque del anterior gobierno priorizaba preocupaciones climáticas sobre la seguridad energética. El nuevo memorando da instrucciones a los secretarios de Energía, Interior y Comercio, además del Asistente del Secretario del Ejército para Obras Civiles, para desvincularse de todos los acuerdos que surgieron de esa iniciativa, incluido un memorando de entendimiento firmado en diciembre de 2023.
Las repercusiones de la normatividad anterior eran significativas, con gastos gubernamentales potenciales elevándose a millones de dólares y nuevas restricciones operativas sobre las represas de la región. Según la administración Trump, estas limitaciones amenazaban la seguridad de los suministros de agua para la agricultura y podrían haber generado aumentos en los costos energéticos, además de la pérdida de oportunidades de recreación. La propuesta de brechar las represas habría eliminado una capacidad hidroeléctrica crítica que podría abastecer a millones de hogares estadounidenses.
El presidente defendió su decisión, argumentando que es posible cuidar del medio ambiente mientras se promueve el crecimiento económico y el acceso a energía asequible. Esta perspectiva, según Trump, se manifiesta en la firma de órdenes ejecutivas para revitalizar la producción de carbón limpio y ampliar la producción de energía doméstica, iniciando lo que él denomina una ‘Emergencia Nacional Energética’ destinada a bajar los costos de vida de los estadounidenses.
La postura de Trump se centra en lo que él considera necesidades fundamentales de los ciudadanos. Su administración se propone invertir en infraestructuras energéticas y asegurar el aprovechamiento de los recursos naturales del país, incluso en Alaska, donde se ha levantado regulaciones consideradas restrictivas para el desarrollo de sus recursos.
Con este memorando, Trump reafirma su compromiso de «poner a América primero», enfatizando la necesidad de equilibrar la protección del medio ambiente con la creación de un entorno económico próspero. La política de su administración sugiere que la sostenibilidad y el crecimiento energético no son conceptos excluyentes, sino que pueden coexistir en beneficio del país y sus ciudadanos.
Fuente: WhiteHouse.gov
