En un giro inesperado dentro de la política ucraniana, Dmitró Kuleba, el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, ha sometido su renuncia al Parlamento del país, marcando un momento significativo en la gestión gubernamental en medio del conflicto con Rusia. La noticia fue dada a conocer por Ruslán Stefanchuk, Presidente de la Rada Suprema, a través de su perfil en la red social Facebook, resaltando que el acto de Kuleba será considerado en futuras sesiones plenarias del órgano legislativo.
Esta renuncia ocurre en un contexto de anticipados cambios dentro del Ejecutivo ucraniano, revelados apenas el día anterior por un porta voz del partido del actual presidente Volodimir Zelenski. Se ha sugerido que más de la mitad de los miembros del Consejo de Ministros serán reemplazados, como parte de una amplia reorganización gubernamental, señalando un momento de transformación crítica dentro de la jerarquía de poder de Ucrania.
Dmitró Kuleba, quien ha estado al frente de la diplomacia ucraniana desde 2020, jugando un rol clave a lo largo del conflicto bélico con Rusia, es una de las primeras figuras prominentes en anunciar su partida en esta ola de cambios. Se menciona a Andri Sibiga, actualmente vice ministro de Exteriores, como el posible sucesor de Kuleba, aunque aún no se ha confirmado oficialmente su nombramiento.
Este movimiento se da en un período especialmente delicado para Ucrania, que enfrenta una escalada en las operaciones militares rusas, particularmente dirigidas hacia infraestructuras energéticas, en las cercanías del invierno. A esto se suma el reciente ataque en la ciudad de Poltava, en el sur de Ucrania, que dejó un saldo lamentable de al menos 51 muertos y 270 heridos, en uno de los incidentes más trágicos de los últimos meses.
La renuncia de Dmitró Kuleba y el inminente reajuste del gabinete ministerial reflejan la respuesta del gobierno de Zelenski a la evolución del conflicto y las crecientes presiones internas y externas por un manejo efectivo de la crisis. La comunidad internacional sigue atenta a estos desarrollos, que no solo son indicativos de cambios en el ámbito político de Ucrania sino que también podrían tener implicaciones significativas en la dinámica del conflicto con Rusia y en la formulación de políticas exteriores y estrategias de defensa.
