En un esfuerzo por velar por la seguridad y la salud pública, las autoridades locales han anunciado la implementación de diversas medidas dirigidas a minimizar los riesgos asociados con el consumo de alcohol y sustancias ilegales entre los jóvenes, así como a mejorar la vigilancia general en la ciudad.
Una de las acciones más destacadas es la puesta en marcha de un dispositivo preventivo orientado a la venta y consumo de alcohol en menores de 18 años. Las autoridades han dejado claro que se procederá con especial atención en esta área para evitar que los adolescentes tengan acceso a bebidas alcohólicas, una cuestión que genera gran preocupación en la comunidad.
En paralelo a estas medidas, se intensificará la presencia policial en las calles con controles de seguridad ciudadana enfocados tanto en la prevención como en la actuación directa cuando sea necesario. A esto se le suma la realización de controles sistemáticos de vehículos junto con pruebas de alcoholemia y detección de drogas, con el fin de prevenir y reducir los incidentes viales relacionados con estas sustancias.
Particularmente se prestará atención a las zonas de la ciudad donde habitualmente se reúnen grupos significativos de jóvenes. La policía vigilará estas áreas para certificar que se mantienen el orden y la normativa vigente, así como para proporcionar una sensación de seguridad tanto a los jóvenes como a los residentes de la zona.
El conjunto de estas medidas busca crear un entorno más seguro y aguardar por el bienestar de los menores y la población en general. Las autoridades recalcan la importancia del compromiso ciudadano y de la colaboración entre comercios y padres de familia para asegurar el éxito de estas iniciativas en beneficio de toda la comunidad.
