Discurso del Presidente Trump en el Desayuno Nacional de Oración

En un emotivo y ceremonial encuentro, el presidente Donald Trump dirigió un discurso durante el Desayuno Nacional de Oración, celebrado en el Capitolio de Washington, D.C. A primera hora de la mañana, el mandatario agradeció a los presentes por su apoyo y liderazgo, al tiempo que subrayó la importancia de la fe en la historia y la cultura estadounidense.

Trump destacó que «tiene que haber un renacimiento de la religión» en el país, una afirmación que resonó con los asistentes que, al parecer, comparten un fuerte sentido de fe. Hizo referencia a figuras históricas como Thomas Jefferson y George Washington, quienes, según Trump, sentaron las bases de una nación guiada por principios religiosos. «A lo largo de la historia de Estados Unidos, hemos encontrado esperanza y coraje confiando en el Todopoderoso», enfatizó.

El presidente pasó a compartir su visión para un nuevo parque nacional, conocido como el Jardín Nacional de Héroes Americanos, el cual celebrará las contribuciones de aquellos que han moldeado la historia del país. Este proyecto, propuso Trump, no solo honrará a figuras icónicas como el reverendo Billy Graham, sino que también servirá para restaurar y fortalecer la identidad nacional que, según él, ha sido afectada negativamente en tiempos recientes. «No estamos aquí para derribar; estamos aquí para construir», afirmó, aludiendo al espíritu de unidad que espera promover entre los estadounidenses.

En su discurso, Trump también se refirió a los desafíos que enfrenta el país, incluyendo la reciente tragedia en el área del aeropuerto Ronald Reagan, donde un accidente cobró la vida de 67 personas. Aprovechó la ocasión para instar a los líderes a trabajar juntos en pro de un futuro más seguro, recordando que la vida es frágil y que la paz comienza con la colaboración. «Debemos nunca rendirnos», insistió, una línea que ha resonado a lo largo de su administración.

El tono del evento, marcado por momentos de humor e introspección, puso de manifiesto la importancia que Trump otorga a la fe en sus políticas. Según él, volver a poner a Dios en el centro de la vida estadounidense puede ayudar a sanar divisiones y fomentar un sentido de comunidad. «La gente de religión volverá a ser feliz», concluyó el presidente, proponiendo un futuro donde la fe y la política puedan coexistir de manera más armoniosa.

El Desayuno Nacional de Oración, un evento con más de 60 años de tradición, tiene la intención de servir como un espacio donde líderes de diversas creencias pueden unirse para orar y reflexionar sobre su misión conjunta. Con la participación de senadores, representantes y otras personalidades destacadas, el encuentro reafirmó el compromiso de Trump por restaurar la importancia de la religión en la vida pública de Estados Unidos.

Fuente: WhiteHouse.gov

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