El director de la Oficina de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca, Kratsios, utilizó su discurso en la Academia Nacional de Ciencias para abordar la urgente necesidad de revitalizar la empresa científica estadounidense. En su intervención, enfatizó que el futuro del liderazgo tecnológico de Estados Unidos depende de un compromiso renovado con la excelencia en la investigación científica y una revisión crítica de los métodos actuales de financiamiento y supervisión.
En un momento en que la confianza pública en la ciencia está disminuyendo, Kratsios instó a los científicos a reproducir los principios que han guiado los grandes avances del pasado. Destacó cómo la investigación científica ha sido un pilar de la prosperidad y del avance tecnológico en Estados Unidos, citando ejemplos emblemáticos como el informe de Vannevar Bush de 1945, que sentó las bases para la colaboración entre el gobierno, la industria y el mundo académico. Sin embargo, también reconoció los signos de un estancamiento en el progreso científico, advirtiendo que a pesar del aumento del financiamiento, los resultados en ciertas áreas, como la investigación biomédica, han sido decepcionantes.
Kratsios señaló que el aumento en la inversión privada en investigación y desarrollo representa tanto un desafío como una oportunidad. Al fomentar el financiamiento mixto y reevaluar la manera en que se distribuyen las subvenciones, los científicos pueden concentrarse más en la investigación básica que tiene un impacto significativo en la sociedad. Precisó que «más dinero no siempre significa más descubrimientos», por lo que es vital redirigir los recursos hacia áreas que realmente promuevan la innovación.
Uno de los aspectos más controvertidos de su discurso fue la crítica a las iniciativas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en la ciencia, que, según él, socavan la diversidad de pensamiento necesaria para el verdadero avance. Kratsios argumentó que la verdadera diversidad debe centrarse en la diversidad de ideas y enfoques, y no estar sujeta a agendas ideológicas que puedan limitar el progreso científico.
El director concluyó su discurso con un llamado a la colaboración entre el gobierno, la industria y las instituciones académicas para restaurar la asociación que históricamente ha definido el éxito de la ciencia en Estados Unidos. Subrayó que para revivir el espíritu de innovación que ha llevado a nuestro país a ser un líder mundial en ciencia y tecnología, era imperativo que todos los interesados trabajaran juntos hacia el objetivo común de promover una ciencia de alcance global.
En resumen, las palabras de Kratsios subrayan una reacción clara ante la crisis de confianza en la ciencia y el necesidad de adaptarse a un entorno en constante cambio, donde el compromiso con la investigación genuina y la integridad científica son más críticos que nunca. El reto ahora es poner en práctica estos ideales para asegurar que Estados Unidos siga siendo un faro de innovación y descubrimiento en el siglo XXI.
Fuente: WhiteHouse.gov