En un escalofriante giro de los eventos en Ecuador, María Daniela Icaza, la directora de la Penitenciaría del Litoral ubicada en Guayaquil, fue asesinada a tiros el jueves. El asesinato ocurrió mientras la funcionaria estaba dentro de un vehículo a aproximadamente tres kilómetros de distancia de la cárcel que dirigía. Este establecimiento es conocido por ser el más grande del país, albergando alrededor de 6.000 reclusos.
El ataque fue ejecutado por varios individuos armados que abrieron fuego contra el vehículo, resultando también herido el conductor. Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer los hechos, informó la cadena de televisión ecuatoriana Ecuavisa. Este lamentable suceso ocurre en medio de una ola de violencia que ha afectado a los funcionarios penitenciarios en el país. A principios de este mismo mes, Ález Guevara, director de la cárcel en la provincia de Sumbíos, fue víctima de un ataque similar que le costó la vida, mientras que otros dos funcionarios resultaron heridos en el tiroteo. Estos ataques sucedieron pocos días después de la muerte de dos trabajadoras de otra prisión en Guayaquil, destacando la grave situación de seguridad que enfrentan los trabajadores de este sector.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, anunció a finales de agosto la ampliación de un estado de excepción en seis provincias y un municipio del país. Esta medida fue en respuesta al «conflicto interno» contra organizaciones criminales, en particular aquellas relacionadas con el narcotráfico, problema que ha sido señalado como la principal amenaza de seguridad en los últimos meses. Estas bandas ahora están consideradas como «organizaciones terroristas».
Este año, Ecuador encabezó la lista de países latinoamericanos con el mayor número de homicidios per cápita, alcanzando una tasa de 47.2 muertes por cada 100.000 habitantes. Este alarmante número se debe principalmente a la violencia relacionada con el narcotráfico. Según expertos, Ecuador ha evolucionado de ser simplemente una escala en el tráfico de drogas a convertirse en un centro clave de almacenamiento, procesamiento y distribución de sustancias ilícitas.
Este último incidente arroja luz sobre los desafíos de seguridad y el alto nivel de violencia que enfrenta Ecuador en el contexto del crimen organizado y el narcotráfico. La muerte de María Daniela Icaza subraya la urgente necesidad de reforzar las estrategias de seguridad para proteger a los funcionarios públicos y hacer frente a las bandas criminales que operan con impunidad en diversas partes del país.