El diputado de Vox por Toledo en el Congreso de los Diputados, Manuel Mariscal, ha generado polémica tras pronunciarse en defensa de la dictadura franquista durante su intervención en el Parlamento. Mariscal caracterizó la época posterior a la Guerra Civil española como un periodo «de reconstrucción, de progreso y de reconciliación», lo que ha llevado a que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) le acuse de hacer «apología del franquismo».
En su discurso, Mariscal aseveró que «gracias a las redes sociales» muchos jóvenes están comenzando a cuestionar la narrativa del Gobierno, que califica este momento histórico como «oscuro». En contraste, el diputado consideró que este periodo fue crucial para la «unidad nacional». La defensa del franquismo por parte de Mariscal ha suscitado reacciones enérgicas, especialmente del PSOE, que exige al Partido Popular (PP) regional que demande una disculpa a Vox por las declaraciones del diputado. De lo contrario, el PSOE ha señalado que el PP debería romper los acuerdos de gobernabilidad que actualmente mantienen con Vox en diversas diputaciones y ayuntamientos de la Comunidad Autónoma.
Sergio Gutiérrez, secretario de Organización del PSOE en Castilla-La Mancha y también diputado en el Congreso, criticó duramente las palabras de Mariscal, argumentando que representan una visión distorsionada de la historia. Gutiérrez recordó que, mientras el diputado de Vox ensalza esa época, muchas mujeres, incluyendo a la abuela de Mariscal, experimentaron restricciones legales que limitaban su autonomía, como la imposibilidad de abrir una cuenta bancaria sin el permiso de un marido.
El diputado socialista también subrayó que la represión durante la dictadura se manifestaba de manera violenta, con denuncias de detenciones y palizas a quienes reclamaban justicia social. Ante esta situación, Gutiérrez instó al presidente regional del PP, Paco Núñez, a tomar una postura firme y exigir a Vox una condena de las declaraciones de Mariscal, resaltando que el mantenimiento de los gobiernos locales con un partido que defiende la dictadura es un cuestionamiento a la cultura democrática del PP en Castilla-La Mancha.