En un caso que ha conmocionado a la sociedad francesa, el Tribunal de Apelación de Nimes ha elevado la condena a Husamettin Dogan a 10 años de prisión por la violación de Gisèle Pelicot, un delito perpetrado en un contexto de manipulación y abuso. La corte consideró que Dogan violó a Pelicot mientras ella estaba inconsciente, tras haber sido drogada por su exmarido, Dominique Pelicot, quien administró somníferos a la mujer sin su conocimiento. Este hecho, que ocurrió en junio de 2019, ha llevado a la justicia a endurecer la sentencia original, aumentando la pena en un año.
La decisión del tribunal se fundamentó en la evidencia contundente presentada durante el juicio, que incluyó videos y fotografías que documentaban los abusos en un contexto de sumisión química. En total, 50 hombres fueron condenados por diversas formas de agresión sexual en este caso, destacando la gravedad de la situación que vivió Pelicot, cuya vida ha quedado marcada por las secuelas de estos abusos prolongados. La intervención rápida del jurado y la confianza mostrada por los abogados de la víctima han sido cruciales para alcanzar este veredicto.
Al salir del tribunal, Gisèle Pelicot recibió el apoyo de un grupo de manifestantes, con quienes intercambió agradecimientos, resaltando así la importancia de la visibilidad del caso. Aunque la defensa de Dogan argumentó que este había actuado bajo coacción, los abogados de Pelicot reafirmaron la responsabilidad del acusador en estos crímenes atroces. Este caso no solo refleja el dolor de la víctima, quien enfrenta la posibilidad de cáncer derivado de sus secuelas, sino también una luz sobre la necesidad de justicia en situaciones de violencia de género y abuso sistémico.
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