En un reciente encuentro, el Gobierno de Castilla-La Mancha, junto con sindicatos y patronal, ha acordado diversas iniciativas para facilitar la integración de la Inteligencia Artificial (IA) en el tejido productivo de la región. La consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, junto al presidente de Cecam, Ángel Nicolás, el secretario regional de CCOO, Paco de la Rosa, y la presidenta de UGT en la región, Patricia Ruiz, compartieron estos planteamientos durante una jornada del Consejo de Relaciones Laborales centrada en la transformación digital del mercado laboral.
Patricia Franco destacó el crecimiento en el empleo tecnológico en Castilla-La Mancha, señalando que el número de personas empleadas en empresas con un alto impacto tecnológico ha aumentado de 21.441 a casi 32.000 en un período reciente. Esta cifra corresponde a un incremento de 54 nuevas empresas generadoras de empleo en el sector de alta tecnología. La consejera enfatizó el desafío de asegurar que la digitalización beneficie tanto a las empresas como a los trabajadores. En este sentido, propuso que la tecnología se encargue de actividades tediosas, permitiendo que los trabajadores se enfoquen en tareas que requieran creatividad y habilidades interpersonales, las llamadas ‘soft skills’.
Franco también hizo hincapié en que esta transformación debe poner a las personas en el centro, aprovechando la automatización para crear entornos laborales más atractivos y eficientes.
Desde CCOO, Paco de la Rosa subrayó la importancia de la recualificación y la formación para los trabajadores en este proceso de digitalización. Según sus datos, más del 90% de las empresas en Castilla-La Mancha son pequeñas, lo que requiere una transición hacia la digitalización que sea ágil y respaldada adecuadamente.
Patricia Ruiz, desde UGT, resaltó que un alto porcentaje de empresas en España todavía no cuentan con ningún avance en Inteligencia Artificial, especialmente aquellas que tienen menos de diez trabajadores. Por ello, abogó por que estas empresas comprendan los riesgos y oportunidades de la transformación digital, así como su impacto en los derechos laborales y la salud mental de los trabajadores.
Ángel Nicolás, por su parte, insistió en que el proceso de adaptación empresarial debe realizarse en colaboración con los agentes sociales y no exclusivamente a través de la legislación, promoviendo el diálogo social como una herramienta esencial en este proceso de cambio. Afirmó que se han anticipado a las necesidades de las empresas mediante la oferta de servicios, información y formación que les ayuden en su competitividad en el nuevo entorno digital.