En la actual situación mundial de avances en la tecnología de la información, donde lo digital, la inteligencia artificial y los canales online son protagonistas de la transformación de la sociedad, toma fuerza la comunicación verbal en el sector educativo y se demanda cada vez más el lenguaje y la expresión como competencia y destreza transversal a todas las áreas del conocimiento.

Son precisamente los profesionales de la docencia quienes hacen un uso más eficaz de la capacidad de transmitir ideas y conceptos a través de la palabra hablada, además de escrita. Esa magia que se establece cuando un profesor imparte una clase en el idioma que sea con su voz a través de ese medio físico que es el aire, hace posible que emisor y receptor obtengan la mayor complicidad para el conocimiento de las materias a desarrollar.

Las herramientas de que dispone el profesional de la formación para ese intercambio de información verbal, que además del medio físico interpersonal puede realizarse por teléfono o videoconferencia, son:

  • La capacidad de utilizar un tono de voz adecuado a la teoría que se imparte, para no caer en la monotonía de un sonido demasiado lineal llamar la atención y centrar el interés del alumnado.
  • La posibilidad de adaptar su mensaje al auditorio en función de los niveles de comprensión.
  • A través de los niveles de voz y la fluidez verbal del docente se hace posible que las sesiones formativas pueden ser más atractivas y amenas, si maneja con soltura el poder comunicativo de la voz y lo apoya con lenguaje no verbal.
  • El manejo del énfasis, entonación, ritmo al hablar, las pausas o los silencios, como elementos paraverbales, hacen posible que la transmisión verbal de conocimiento pueda ser más eficaz.
  • La ventaja de que pueda interactuar el profesor con el alumno, o entre los alumnos, posibilita el diálogo y el debate que no es posible desarrollar a través de otros canales de comunicación donde la persona está físicamente ausente del espacio docente que es el aula.

La UNESCO proclamó el 5 de octubre como el Día Mundial de las y los Docentes en colaboración con UNICEF, la Organización Internacional del Trabajo y la Internacional de la Educación, para celebrar cómo las y los docentes están transformando la educación, y a la vez poner en valor la función educativa que es fruto del talento y la vocación.

Por Julio García Gómez experto y docente de habilidades de comunicación de la Fundación Casaverde

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